El Tribunal Constitucional de Bolivia dictó este jueves una resolución que desautoriza al expresidente Evo Morales como líder del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) y reconoce a Grover García, cercano al actual presidente Luis Arce, como el nuevo presidente del partido.
El conflicto dentro del MAS surgió cuando Morales llevó a cabo un congreso en Lauca Ñ, en el departamento de Cochabamba, donde fue proclamado como la máxima autoridad del partido. Sin embargo, este evento se realizó paralelamente al congreso oficial del MAS, que tuvo lugar en El Alto, en las afueras de La Paz, donde García fue elegido como su sucesor.
Posteriormente, el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE) decidió no reconocer la nueva dirección del MAS encabezada por Morales. Sin embargo, una jueza revocó esta decisión en mayo, legitimando a Morales como líder del partido. Ahora, el Tribunal Constitucional ha anulado el fallo de la magistrada, desautorizando nuevamente a Morales.
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El expresidente Morales parece no haber asimilado su repentina salida del país en medio de acusaciones de fraude electoral en las elecciones de 2019.
Desde su regreso, criticó al presidente Arce por lo que considera una gestión inadecuada de su legado. Mientras tanto, Arce señala que hay intentos de despojarlo de su poder.
La situación se intensificó tras un congreso del MAS en octubre de 2023, que dejó al partido en un estado de bicefalia, lo que llevó a los seguidores de Morales a intentar destituir a Arce. Sin embargo, el Tribunal Superior Electoral anuló el congreso realizado en Lauca Ñ, profundizando el descontento entre los "evistas".
En medio de una gran marcha convocada por Morales, que fue seguida de bloqueos que colapsaron las carreteras que conectaban el sur y este del país con Cochabamba, el bastión político del expresidente, Arce enfrentó un intento de golpe de Estado que duró apenas unas horas.