Desde este miércoles está vigente la reforma a cinco artículos de la “Ley especial de protección al patrimonio cultural de El Salvador” que permite la intervención de bienes inmuebles monumentales declarados culturales para su puesta en valor, ya sea por alto tráfico de usuarios, su mantenimiento o el uso que le da la población salvadoreña.


Según la reforma, si los inmuebles culturales son privados, también podrán ser intervenidos pero con autorización previa de la Dirección de Trámites de Construcción (DTC), una instancia creada el 6 de febrero de 2023 bajo la Presidencia de la República para coordinar los trámites de permisos de construcción otorgados por las instituciones del Poder Ejecutivo.

En su proceso de aprobación, la reforma fue observada por el presidente Nayib Bukele, quien requirió 90 días después de la publicación en el Diario Oficial para su vigencia con el fin de que la DTC tuviera tiempo para reestructurarse y asumir sus nuevas atribuciones. Como las observaciones fueron aceptadas por la Asamblea Legislativa, este periodo se vence este miércoles 20 de noviembre, ya que la reforma fue publicada en el Diario Oficial del 22 de agosto de 2024.

La reforma a la ley de patrimonio cultural fue iniciativa de los diputados Rubén Flores, Lorena Fuentes, Sharon (Salazar) Hernández, Adolfo Rivas y Claudia Toledo.

Instancias responsables de permisos de construcción en El Salvador
  1. DOT (Dirección de Ordenamiento Territorial): la ley fue publicada en el Diario Oficial del 28 de octubre, por lo que inicia su vigencia el 5 de noviembre y, como otorga 120 días luego de la vigencia para la instalación de la DOT, esta se aplicaría plenamente desde el 5 de marzo de 2025.
  2. APLAN (Autoridad de Planificación del Centro Histórico de San Salvador): creada para gestionar y manejar todo lo relacionado con una zona de delimitada de 80 cuadras del Centro Histórico de San Salvador.
  3. OPAMSS (Oficina del Área Metropolitana de San Salvador): tramita los permisos de construcción en 23 distritos, que son parte del AMSS, los cuales son San Salvador, Soyapango, Apopa, Mejicanos, Santa Tecla, Ciudad Delgado, Ilopango, Tonacatepeque, San Martín, Cuscatancingo, San Marcos, Antiguo Cuscatlán, Ayutuxtepeque, Nejapa, Huizúcar, Nuevo Cuscatlán, San José Villanueva, Zaragoza, Chiltiupán, Jicalapa, La Libertad, Tamanique y Teotepeque.
  4. DTC (Dirección de Trámites de Construcción): que autorizará intervenciones en bienes privados culturales.



"Le incrementa la desmemoria"

El historiador salvadoreño, Carlos Cañas Dinarte, no cree que la DTC tenga que ver con “puestas en valor” o investigación sobre el aporte cultural de los bienes. Cañas Dinarte cuestionó el concepto de patrimonio cultural monumental de la reforma y criticó lo que calificó de "afán modernizador falso"

“¿Qué es un patrimonio cultural monumental? Porque en arqueología o historia nada es mínimo o máximo, ya lo habíamos visto con el tema de la basura arqueológica, en arqueología no existe la basura, todo es parte de un conocimiento del pasado”, aseveró.

El experto señala que la reforma pudiera provocar más destrucción de bienes culturales porque no habrá un freno, ya que el Ministerio de Cultura “ahora solo se le va a pedir opinión”, algo que según su análisis podría contravenir tratados internacionales suscritos por El Salvador. Una de las preocupaciones de Cañas Dinarte es que pueda afectarse el centro histórico de la ciudad de Santa Ana pero también pone ejemplos en el pasado y recientemente, como la demolición del antiguo Banco Central de Reserva o el cambio de baldosas del Palacio Nacional.

“Hay un afán modernizador que no entiende por qué hay que conservar el pasado, hay un afán modernizador falso, porque en países industrializados hay muchas ciudades que conservan su pasado porque forma parte de la identidad de los pueblos”, explicó.

La consecuencia para el “salvadoreño de a pie”, según Cañas Dinarte, será que “le incrementa la desmemoria y el desconocimiento de su propia identidad”. “Si hiciéramos un ejercicio de encontrar dónde yace el tema de las identidades locales, regionales, departamentales, nacionales, mucho de lo que el salvadoreño de a pie conoce en la realidad son mitos, leyendas, construcciones falsas, mentiras y tener este tipo de intervenciones groseras acelera esa desmemoria”, augura.

Ahora tenemos una generación de jóvenes que maldice la guerra y no tiene idea de qué fue lo que ocurrió en la guerra, la desmemoria es enorme, un pueblo así es fácilmente manipulable.

Carlos Cañas Dinarte, historiador salvadoreño.



En agosto de 2018, el entonces presidente Salvador Sánchez Cerén vetó una reforma a la Ley de Patrimonio Cultural que pretendía eximir de la autorización del Ministerio de Cultura a construcciones o restauraciones privadas de bienes no declarados culturales; advirtió que, de esa manera, sería imposible salvaguardar un asentamiento prehispánico descubierto en obras de terracería.