Rúben Amorim, entrenador del Manchester United, ofreció dejar el cargo sin exigir indemnización, tras la derrota en la final de la Europa League ante el Tottenham Hotspur y una temporada desastrosa en la Premier League.
“Si la directiva y los aficionados creen que no soy el hombre adecuado, me iré sin discutir y sin compensación”, declaró tras el encuentro disputado el miércoles. “Pero no voy a dimitir. Confío en mi trabajo”.
El técnico portugués, que asumió el mando tras la salida de Erik Ten Hag, ha sumado solo nueve puntos en la liga desde noviembre, quedó eliminado en la FA Cup, la Copa de la Liga y perdió su última oportunidad de lograr un título europeo frente al Tottenham. “No estoy aquí para defenderme en este momento. No es mi estilo. No tengo nada que darle a los fans, pero lo que pido es un poco de fe”, agregó Amorim.
El Manchester United cerró la temporada en el puesto 16 de la Premier League, lo que significa que no participará en ninguna competición europea durante la próxima campaña, un hecho que provocará pérdidas financieras significativas.
Según las proyecciones del club, la ausencia de torneos europeos tendrá un impacto mínimo de $127 millones (equivalentes a 100 millones de libras) en sus finanzas. Esta situación se agrava con las pérdidas acumuladas en los últimos cinco años, al punto que, de no haber aplicado un plan de recortes el año pasado, el club habría enfrentado la bancarrota al cierre de 2025.