Ansu Fati continuará vinculado al FC Barcelona hasta el 30 de junio de 2028, pero la próxima campaña la jugará como cedido en el Mónaco, que se reserva una opción de compra, confirmaron este martes ambas instituciones.
El atacante internacional, que tomó el dorsal 10 tras la salida de Lionel Messi en 2021, irrumpió con fuerza en el primer equipo en la temporada 2019-2020, batiendo récords de precocidad. Sin embargo, las lesiones han frenado su ascenso.
Originalmente, su contrato expiraba en 2027, pero la directiva culé optó por prolongarlo un año más con el objetivo de distribuir su salario y reducir la carga de la masa salarial para la próxima temporada.
Fati se convirtió en el goleador más joven del club en LaLiga con solo 16 años y 304 días, al anotar ante Osasuna en El Sadar el 31 de agosto de 2019. Días después, debutó en Champions frente al Borussia Dortmund, con apenas 16 años y 321 días.
Aunque su carrera prometía brillo tras aquel simbólico abrazo con Messi, el destino cambió el 7 de noviembre de 2020. Ese día, frente al Betis, sufrió una grave lesión de menisco en la rodilla derecha. Fue operado cuatro veces y pasó un año alejado del césped. Desde entonces ha padecido once lesiones en total.
En septiembre de 2021 volvió a marcar frente al Levante, pero una nueva rotura muscular lo volvió a frenar. En la temporada 2020-21 apenas disputó diez partidos y en la siguiente, 15.
Durante la 2022-2023 logró regularidad: jugó 52 partidos, marcó 10 goles y dio 4 asistencias. En busca de confianza, decidió salir del club y se marchó cedido al Brighton en la Premier League, bajo el mando de Roberto de Zerbi. No obstante, una lesión en el gemelo lo mantuvo fuera un mes y medio, y no consiguió afianzarse.
A su regreso, se encontró con Hansi Flick como nuevo entrenador. Una nueva lesión en la planta del pie lo dejó fuera de la gira de pretemporada por Estados Unidos. Pau Víctor terminó ganándole el puesto y Ansu volvió a quedar rezagado.
Durante la última temporada apenas participó en 11 encuentros, sumando 300 minutos sin goles ni asistencias. A sus 23 años, Fati confía en que esta cesión al Mónaco pueda relanzar una carrera que parecía destinada al estrellato.