El Atlético de Madrid confirmó su buen momento con una contundente victoria 5-1 ante el Eintracht Frankfurt, en el duelo correspondiente a la segunda jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Los rojiblancos no solo se redimieron de la derrota en Anfield, sino que celebraron el gol 200 de Antoine Griezmann como colchonero y su segunda “manita” consecutiva tras golear al Real Madrid.

En un Riyadh Air Metropolitano que vivió otra noche mágica, el Atlético dominó desde el primer minuto con intensidad, contundencia y precisión. A los 4 minutos, Giacomo Raspadori abrió el marcador al empujar un balón suelto tras un centro de Giuliano Simeone. El equipo no bajó el ritmo y generó múltiples ocasiones, incluyendo una chilena de Simeone y remates claros de Griezmann y Julián Álvarez.

El segundo tanto llegó al minuto 33. Robin Le Normand aprovechó un rebote en el área tras una jugada iniciada por Julián Álvarez y empujó el balón al fondo de la red. El Atlético no frenó y antes del descanso firmó el tercero. Álvarez dejó en el camino a la defensa alemana y asistió a Griezmann, quien definió a placer y alcanzó así su gol número 200 con la camiseta rojiblanca, celebrándolo con una camiseta conmemorativa.

Festival de goles en la segunda mitad

Aunque el Eintracht descontó al 57’ por medio de Jonathan Burkardt, tras un centro raso de Knauff que sorprendió a la defensa atlética, los de Diego Simeone no dieron opción a la remontada.

Al 70’, Julián Álvarez asistió desde un tiro de esquina a Giuliano Simeone, quien se anticipó a la marca y de cabeza puso el 4-1. El argentino fue clave durante todo el encuentro, participando en tres de los cinco goles del equipo.

La goleada se completó al 82’, cuando un disparo de Griezmann impactó en la mano de Amenda. Tras revisión en el VAR, el árbitro sancionó penalti. El propio Álvarez, con mucha clase, lo convirtió con un ‘panenka’ que venció al portero Santos.

Atlético firma su primera victoria europea

Con esta victoria, el Atlético de Madrid sumó sus primeros tres puntos en la Liga de Campeones, mientras que el Eintracht, que había iniciado con buen pie la temporada, fue ampliamente superado.

Simeone pudo rotar al equipo en los minutos finales y dar descanso a sus figuras, en una noche que reafirma la solidez del conjunto madrileño tanto en la liga local como en el escenario europeo.