El París Saint-Germain expuso este miércoles (1-2) las carencias del Barcelona de Hansi Flick, que abandonó el Estadio Olímpico Lluís Companys con la sensación de que, a estas alturas de la temporada, su equipo está aún un peldaño por debajo del nivel futbolístico del vigente campeón de la Liga de Campeones.
El Barça corrió más que el PSG
Y es que, según los datos facilitados por la UEFA tras el encuentro, los pupilos de Hansi Flick corrieron más que su rival: 117,5 kilómetros por los 114,6 del PSG.
Es decir, el cuadro francés no recorrió más metros que el Barça, sino que se posicionó mejor en el campo y optimizó sus esfuerzos, algo que se evidenció en el segundo tiempo, cuando la presión rival colapsó la salida de balón azulgrana y Vitinha se adueñó del partido.
Prueba de ello es que el PSG terminó el encuentro con más posesión de balón (54%) y completó más pases: 417 por los 360 del Barça.
Echó de menos el vigente campeón de LaLiga la clarividencia de Pedro González ‘Pedri’ y Frenkie de Jong, sus comandantes en la sala de máquinas, que acabaron fatigados ante la superioridad de su rival en la medular.
Los laterales rivales desactivan la estructura de Flick
En palabras de Flick, su equipo "perdió el control y la estructura" en el segundo tiempo, algo que se evidenció en el tanto de Gonçalo Ramos en el minuto 90.
El gol que decidió el encuentro llegó tras una jugada iniciada por el portero del PSG, Lucas Chevalier, que acabó en una transición finalizada por el delantero portugués. Antes, el equipo francés superó con facilidad la presión del equipo azulgrana, que fue incapaz de incomodar a Vitinha, quien habilitó al lateral derecho Achraf Hakimi, autor de la asistencia a Ramos.
Antes, en el minuto 38, el lateral izquierdo Nuno Mendes, el mejor jugador del encuentro según la UEFA, también inició la jugada que terminó en el tanto del empate de Senny Mayulu.
No es la primera vez esta temporada que los rivales del Barça buscan generar peligro con sus carrileros para desactivar la línea defensiva avanzada que plantea Flick. Ya lo hizo el Rayo Vallecano (1-1) y lo intentó, con menos suerte, el Levante (2-3).
Otro gol decisivo encajado en los últimos minutos
Pero más allá de detalles tácticos, el Barça volvió a encajar un gol en los últimos minutos, algo que el curso pasado se repitió en algunos encuentros en los que le faltó experiencia para mantener el resultado en finales igualados.
El tanto más doloroso fue el del central Francesco Acerbi, en el minuto 93, con el que el Inter de Milán forzó la prórroga en las semifinales de la pasada edición de la Liga de Campeones.
Davide Frattesi, en el tiempo extra, confirmaría el pase del conjunto italiano a la final que disputó, precisamente, contra el PSG, que en Montjuïc demostró que es el rival a batir en esta Champions.