Pep Guardiola, actual entrenador del Manchester City, descartó de forma rotunda un regreso al FC Barcelona, afirmando que su ciclo en el club catalán ya concluyó por completo. En una entrevista publicada por la revista GQ, el técnico reconoció que su paso por el Barça, tanto como jugador como entrenador, fue especial, pero pertenece al pasado.

"Ya se acabó. Se acabó para siempre. Fue muy bonita pero ya se acabó. ¿Volver como presidente? No, no sirvo para esto", expresó el técnico catalán, quien además dejó claro que una vez finalice su etapa en el City planea tomarse un largo descanso del fútbol. "Un año, dos años, tres años, cinco, diez, quince...", enumeró, sin precisar una fecha exacta.

Consultado sobre las comparaciones entre Lamine Yamal y Lionel Messi, Guardiola fue tajante al pedir que se respete el desarrollo del joven jugador. "Creo que a Lamine Yamal hay que dejarle que haga su carrera. Y cuando lleve quince años jugando diremos si es mejor o peor... Y ya el hecho de que lo comparen con Messi son palabras mayores. Como si comparan a un pintor con Van Gogh, pues dirán, hostia, no está mal, señal de que es bueno", señaló.

Sobre el presente del futbolista del Barça, Guardiola añadió: "Es bastante bueno", aunque dejó claro que Messi es incomparable: "Messi han sido palabras mayores. Son 90 goles en una temporada, durante 15 años, sin parar, sin lesiones. Son palabras mayores. Dejádlo. Dejádlo".



En cuanto al rendimiento del Manchester City esta temporada, el estratega reconoció que el equipo vivió una bajada de nivel tras años de dominio en la Premier League. "Cuando ganas seis Premier Leagues llega un momento en que tú bajas. Es el ser humano. Entonces probablemente había que haber movido más jugadores, pero es muy fácil decirlo después", explicó.

Guardiola admitió que pasaron varios meses sin victorias, algo inédito en su carrera. "Hemos estado como 13 o 14 sin ganar y eso era... No había pasado nunca. Pero te pone en tu sitio. Ha sido muy saludable que nos haya pasado. Porque el éxito te confunde", reflexionó.

Sobre el lado más duro de su profesión, reveló que durante meses tuvo que soportar abucheos e insultos en los estadios: "Yo he estado este año durante cuatro o cinco meses en cada estadio fuera de casa con el público gritando: 'You'll be sacked in the morning'. Es decir, te van a echar. No hay una profesión (...) que le pidan 60.000 personas que se quede sin trabajo". Sin embargo, reconoció que el salario lo compensa: "Nuestra profesión está tan bien remunerada (...) para aceptar esto. Y si no lo quieres, te dedicas a otro trabajo".

También reflexionó sobre su evolución emocional con el paso de los años. "La pasión es distinta de cuando empecé (...) En el fútbol, hubo un momento que dije basta, se acabó. Y de entrenador llegará un día que diré basta, ya no tengo ganas (...) Pues algún día llegará, y cuando llegue, pues pararé y volveré luego, o no, y ahí ya veremos", afirmó.

Finalmente, se refirió al difícil vínculo con sus jugadores. "Tengo 23 y escojo a once cada tres días. Los once siguientes sienten que no los quiero, y es todo lo contrario, los quiero aún más porque sufro por ellos", confesó. Y concluyó: "Por eso hay conflictos, no hay más que esto".