El organismo que regula el arbitraje en la Premier League (PGMOL) reconoció este martes que el VAR se equivocó en dos acciones clave de la última fecha del campeonato inglés.
Los fallos se produjeron el 30 de agosto en el duelo entre Chelsea y Fulham, y en el enfrentamiento entre Wolverhampton Wanderers y Everton.
En el primer encuentro, se anuló de manera incorrecta el gol que hubiese significado el 0-1 a favor del conjunto dirigido por Marco Silva, por una supuesta falta de Rodrigo Muñiz en el centro del campo. Un panel independiente, que revisa todas las intervenciones del VAR, concluyó que el colegiado de video, Michael Salisbury, no debió intervenir y que el árbitro principal, Rob Jones, tampoco debió revertir la decisión inicial.
“El panel está de acuerdo de forma unánime que la decisión tomada originalmente en el campo se debería haber confirmado, dando el gol”, señaló el informe.
El segundo error se registró en la derrota del Wolves frente al Everton (2-3). Según el análisis, los locales debieron haber recibido un penalti por una falta de Iliman Ndiaye sobre Hugo Bueno, acción que no fue revisada por el árbitro Craig Pawson desde la cabina del VAR. Tres de los cinco panelistas coincidieron en que se trataba de una intervención necesaria.
En total, el VAR participó en 35 jugadas durante la jornada, de las que 33 fueron catalogadas como correctas. La temporada pasada, el mismo panel reconoció 18 errores en la liga inglesa.