La UEFA destacó la "sólida y respetuosa" relación que mantiene con la FIFA y aseguró que la marcha de su presidente en mitadl Congreso de esta la semana pasada en Paraguay, por el retraso en su comienzo, fue hecho aislado, que no refleja su colaboración permanente.
"Valoramos la relación sólida y respetuosa que mantenemos con la FIFA, basada en la confianza mutua y en una pasión compartida por el fútbol. La relación personal entre nuestros dos presidentes también es muy buena, marcada por una comunicación abierta y el respeto mutuo", afirmó la UEFA en un comunicado.
Para esta, "el reciente episodio fue aislado y no refleja nuestra colaboración permanente. Seguimos comprometidos a trabajar juntos en el mejor interés del juego".
La UEFA, cuyo Comité Ejecutivo se reunió este miércoles en Bilbao, horas antes de la final de la Liga Europa. Tottenham-Manchester United, consideró muy lamentable el cambio de horario del Congreso de la FIFA en Paraguay, que empezó casi tres horas más tarde por el retraso en el vuelo desde Catar del presidente, Gianni Infantino, y en el que algunos dirigentes, como su presidente, Aleksander Ceferin, abandonaron la sala en un descanso.
"Nuestros anfitriones, la Asociación Paraguaya de Fútbol y nuestro socios en la CONMEBOL han hecho un esfuerzo considerable para alojar a tantos delegados y les agradecemos su hospitalidad. Sin embargo, el hecho de que se haya cambiado el calendario en el último minuto para satisfacer intereses políticos privados no hace ningún favor al fútbol y parece poner sus intereses en segundo lugar", indicó entonces.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, abrió el pasado día 15 el 75 Congreso de la FIFA en Luque (Paraguay) recién llegado de Catar y de Arabia Saudí, donde acompañó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La FIFA anunció el retraso del comienzo del Congreso, sin concretar el motivo, a primera hora de la mañana en unas dos horas que luego se prorrogaron.
Tras la primera pausa de la sesión, algunos directivos, molestos con el retraso, no regresaron a la sala, como Ceferin, donde la sesión se reanudó con al menos siete asientos vacíos en la mesa presidencial.