Luis Enrique, entrenador del París Saint-Germain, afirmó este lunes que percibe el respaldo total de sus jugadores hacia su propuesta futbolística, de cara al partido de vuelta de semifinales de la Liga de Campeones frente al Arsenal.

“Vamos a intentar repetir lo que venimos haciendo toda la temporada, ser agresivos, tener personalidad con el balón. Eso se hace con un equipo con una mentalidad y principios claros. No es fácil de ver, no es fácil de hacer. Nosotros no especulamos antes de ningún partido y cuando tienes un equipo con la calidad del que yo tengo, eso es una ventaja”, declaró el técnico español en rueda de prensa.

Luis Enrique anticipó que el duelo será distinto al de la ida, donde lograron un triunfo 0-1 en Londres gracias a un gol de Ousmane Dembélé en los primeros minutos. Confirmó además que el atacante francés, máximo goleador del equipo esta temporada, estará disponible pese a haber salido lesionado en ese encuentro.

El entrenador destacó que el crecimiento del PSG ha sido constante a lo largo de la campaña: “En un proceso de construcción de un equipo hay cosas que analizar y mejorar en el primer año, no solo en términos futbolísticos, también en la confianza en tus propios recursos. Nuestro objetivo es seguir mejorando, creo que vamos a tener una gran evolución y seguiremos quemando etapas con la intención de mejorar los resultados de la pasada temporada”, apuntó.



Luis Enrique también tuvo palabras para el Arsenal y su entrenador, Mikel Arteta, con quien compartió vestuario en el Barcelona: “Tiene un carácter fuerte, era un gran jugador y es un gran entrenador. Se ha visto en el Arsenal, donde ha aportado una evolución muy positiva. Le deseo lo mejor pero no para mañana”.

El estratega anticipó un duelo exigente: “Vamos a sufrir ante un adversario que no tuvo un resultado favorable. Tendremos que acercarnos al máximo al nivel que tuvimos en el partido de ida”, señaló.

Aunque evitó hablar de una preferencia entre el Inter o el Barcelona como posible rival en la final, Luis Enrique expresó su afecto por su antiguo club: “El amor (por el Barça) no desaparecerá nunca”.

El técnico, que cumple 55 años este jueves, recordó que el año anterior también fueron eliminados cerca de su cumpleaños, pero confía en que esta vez sea diferente: “No fue un buen día, pero tengo una segunda oportunidad de poder celebrarlo y voy a tratar de disfrutar del partido y trasmitir mi mentalidad a mis jugadores”.