El Atalanta logró remontar este martes al Brujas con un marcador de 2-1 en la segunda jornada de la Liga de Campeones, vengándose de la eliminación sufrida la temporada pasada en dieciseisavos de final. La destacada actuación del croata Mario Pasalic fue fundamental para asegurar el triunfo, generando el penalti que dio lugar al empate y anotando el gol decisivo en el tiempo adicional.
Cuando parecía que la historia se repetiría en Bérgamo, donde aún pesa el recuerdo del descalabro ante los belgas, Pasalic lideró con fuerza un equipo que se mostró resiliente. Brujas se había adelantado en el marcador en el minuto 38 gracias a un potente disparo de Tzolis desde fuera del área, impulsando las esperanzas de los visitantes.
Sin embargo, Pasalic, quien regresó a su posición de media punta gracias a la incorporación de Ederson en la zona medular, se encargó de desquitarse y de reivindicar a su club y a su afición. El croata forzó un penalti tras aprovechar un error defensivo del Brujas, provocando el contacto del portero Jackers y convirtiendo el empate a través de Samardzic en el minuto 74.
Este gol reactivó al Atalanta, que, a medida que el tiempo avanzaba, comenzó a presionar más a su rival. A tan solo tres minutos del final, Pasalic volvió a ser el héroe, marcando con un poderoso remate de cabeza para completar la remontada y venganza personal contra el Brujas, que arruinó su invicto.
Con esta victoria, el Atalanta no solo avanza en la Liga de Campeones, sino que también da un importante impulso en la tabla general, logrando así su primera victoria en la competición tras un mal comienzo frente al PSG.