La Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo) descartó daños en los cultivos por la canícula que el país vive en estos momentos, aunque externó su preocupación por lo qué pueda ocurrir a partir de agosto, cuando las lluvias tienden a recrudecer.

El presidente de Campo, Luis Treminio, aseguró que al inicio el sector tenía un poco de temor por las consecuencias que la canícula, presente en el país desde el 15 de julio, podría tener a nivel nacional.

Treminio recordó que el fenómeno se da cada año, caracterizado por la reducción en los niveles de lluvia en medio de la época invernal y que, de extenderse, puede perjudicar tanto la producción de granos básicos como de hortalizas y café.

“Mantenemos que no va a afectar nuestra producción, no ha sido intensa, son pequeñas lluvias pero al final rompe el período de canícula o período de no lluvia y no está afectando la producción nacional”, indicó Treminio.

El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Marn) confirmó este lunes que el país registra una sequía meteorológica débil en al menos siete departamentos del país, incluyendo buena parte del oriente del país.

Las autoridades medioambientales confirmaron ocho días consecutivos sin lluvias en los distritos de La Unión, Chirilagua, Conchagua, Jucuarán, La Cañada y Santa Cruz Porrillo.

También se registran seis a siete días secos en la zona paracentral, una parte de oriente y del oriente del país.

El vocero de Campo recordó que, aunque la zona oriental es la más perjudicada con la canícula, no tiene mayor impacto porque en buena parte se siembra en época postrera, a partir de agosto.

Según Treminio, solo una parte de Usulután siembra en conjunto con el occidente del país.

Para perjudicar, a los cultivos, algunas zonas tendrían que registrar hasta 13 días sin lluvia, porque se cae en estrés hídrico. La asociación dijo que cuando ya se pasa de los 15 días es porque la canícula ha generado pérdidas considerables.

 

Incremento de tormentas

La canícula continuará durante lo que resta de la segunda quincena de julio hasta los primeros 10 días de agosto.

Después de esto el invierno regresará y con ello el temor de que las lluvias puedan perjudicar los cultivos de frijoles.

Campo recordó que un 75 % de la producción de frijoles se siembra durante este período.

Por lo que, si las lluvias se exceden, se pueden generar hongos que perjudican el desarrollo de los frijoles.

Término recordó que los productores prevén cosechar 19.16 millones de quintales de granos básicos entre los que hay más 2.02 millones de quintales de frijoles, así como 14.03 millones de quintales de maíz, 2.4 millones de quintales de sorgo y 712,500 quintales de arroz.