Entre rascacielos, arte urbano y sabores auténticos, Dallas se abre paso como un destino imperdible para los salvadoreños, ya sea por turismo, negocios o reencuentros familiares. Con una creciente presencia de la diáspora, la ciudad texana ofrece además oportunidades económicas en una de las zonas metropolitanas más dinámicas de Estados Unidos.
Dallas es una ciudad con vínculos cada vez más estrechos con El Salvador. A través de un vuelo diario con Avianca —la aerolínea con mayor participación en el mercado aéreo salvadoreño (47.6 %)—, los viajeros pueden aterrizar directamente en el Aeropuerto Internacional Dallas-Fort Worth, el tercero más transitado del mundo. Es además el sexto destino de turistas estadounidenses que llegan a El Salvador.
“Este destino diverso y vibrante ofrece una combinación única de audacia innovadora orientada al futuro y una rica herencia cultural”, indicó Visit Dallas, quien se prepara para atender la demanda en la antesala a los nueve partidos del Mundial 2026.
Primeras paradas: arte y ciencia
Gracias al horario de llegada al mediodía, los turistas salvadoreños tienen la tarde libre para comenzar a explorar la ciudad sin prisas.
Una de las zonas más atractivas es el Distrito de las Artes, ubicado en pleno corazón de la ciudad. Aquí, a pocos pasos de museos, galerías y restaurantes, se concentra también la oferta hotelera de lujo, como el Fairmont Dallas, desde donde se obtiene una vista privilegiada de los rascacielos que dan identidad a la ciudad.
A tan solo 15 minutos a pie se encuentra el Museo Perot de Naturaleza y Ciencia, un rincón donde con facilidad puede pasar un día completo entre las exhibiciones científicas y fósiles de dinosaurios, hasta colecciones de gemas y simulaciones de eventos naturales, como terremotos o tornados.Ver esta publicación en Instagram
En cada piso hay sorpresas, como un cerebro humano real que muestra hasta el más pequeño nervio que conecta el cuerpo o las gigantescas bestias prehistóricas, como el Tyrannosaurus Rex.
¿No maneja bien el inglés? No se preocupe, buena parte de las láminas informativas se encuentran en español.
Con el emblema de la ciudad “Can-Do” y hasta que el cuerpo aguante, a 10 minutos se encuentra el Museo de Arte de Dallas con obras que abarcan más de 5,000 años. Prepararse para explorar diferentes culturas, desde piezas de Europa, hasta expresiones de las tribus de África, la creencias de la India, las costumbres de Japón o China, pasando por el legado de la población indígena de América Latina.
Dallas es una parada obligatoria para los amantes de la historia que quieran recorrer los últimos minutos del presidente John F. Kennedy. Las grabaciones televisivas, las fotografías, las publicaciones e incluso las cámaras que captaron el momento histórico se encuentran resguardadas en el Museo del Sexto Piso en la Plaza Dealey, desde el cual Lee Harvey Oswald disparó al mandatario en noviembre de 1963.
Arte urbano y edificios de vanguardia
Uno de los barrios con mayor identidad es Deep Ellum, fundado en 1873 como el primer vecindario para afroamericanos y migrantes europeos. Hoy es un vibrante epicentro de música en vivo, restaurantes y murales que rinden homenaje al blues y a la historia cultural del lugar.Su historia se encuentra plasmada en murales con más de 130 piezas que ilustran sobre la cultura. También hay esculturas de vanguardia, como El Viajero, que forma parte de una colección de tres piezas metálicas y que representa un robot gigante acompañado de aves.
En la oferta urbana también se encuentra el Distrito de las Artes de Bishop, una villa que reúne restaurantes, música en vivo, librerías y tiendas de recuerdos.
Mientras se sumerge en la diversidad de Dallas, no pierda de vista la Torre Reunion, a la cual puede subir y ver la ciudad desde un ángulo inigualable. El rascacielo, construido en 1978, realiza más de 200 viajes diarios con turistas que llegan hasta el pico a más de 170 metros de altura.
¿Hambre? La barbacoa texana es imperdible
La escena culinaria en Dallas es tan diversa como su población. Desde opciones rápidas hasta experiencias gourmet, la ciudad se ha convertido en referente gastronómico. Uno de los más recomendados es Terry Black’s BBQ, incluido entre los 50 mejores restaurantes de Texas y reconocido por la guía Michelin, ideal para quienes desean probar la auténtica barbacoa.Para una experiencia fuera de lo común, Apothecary, en Greenville Avenue, es un bar de cócteles que apuesta por técnicas innovadoras como nitrógeno líquido y preparaciones sous vide. Cada mes, su menú cambia para homenajear una década específica de la historia estadounidense. Por su exclusividad, se recomienda reservar con antelación.
El tiempo de compras no puede faltar en la economía más grande del mundo. El centro comercial de NorthPark Center es la propuesta para quienes busquen boutiques de lujo o marcas de renombre con un portafolio de más de 200 tiendas y restaurantes, pero la ciudad no decepciona para quienes tienen un presupuesto más limitado con los reconocidos almacenes de Ross, Marshalls o Tjmaxx donde puede comprarse un atuendo desde los $50.