El Salvador y Guatemala iniciaron este miércoles la operación de la aduana integrada de Anguiatú y La Ermita, un paso en la unión aduanera que persigue la reducción en el tiempo de despachos de mercancías.



Una aduana integrada unifica los servicios de migración, aduanas y controles sanitarios en un solo punto, ya que antes se debía pasar por dos controles, uno en El Salvador y otro en Guatemala.

"Esta integración beneficiará a muchos actores, entre ellos exportadores, importadores, empresas de logística, a los consumidores (...) permitiendo que las mercancías circulen de una manera más rápida y se reduzcan los costos en las operaciones de comercio", sostuvo María Luisa Hayem, ministra de Economía.



Hayem destacó que Anguiatú es el primero de los cuatro puntos integrados que se establecerán con Guatemala, el principal socio comercial de Centroamérica y el segundo del total de exportaciones realizadas en 2024, superado solo por Estados Unidos.

Según el Banco Central de Reserva (BCR), Guatemala demandó más de $1,301.69 millones en bienes salvadoreños en 2024, que significó un 20 % del total exportado por las empresas. En importaciones, en tanto, es el tercer proveedor más importante con $1,541.5 millones, un 9.7 % de participación.

Las autoridades salvadoreñas y guatemaltecas también tienen previsto para este mes una prueba piloto de las operaciones integradas en la frontera de Pedro de Alvarado y La Hachadura.

"A través de este proyecto conjunto, ambos países contribuimos a facilitar el comercio, a mejorar el clima de negocios y a generar mejores condiciones para la inversión, no solo entre ambas naciones, sino en Centroamérica", añadió Hayem.

Las aduanas integradas son parte de la unión aduanera entre El Salvador con Guatemala y Honduras. El primer puesto que inició operaciones fue El Amatillo con Honduras, en diciembre de 2023.