El Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa) divulgó un protocolo de atención del gusano barrenador para perros y gatos, que establece los pasos a seguir, medicamentos y clasificación de la severidad en cada paciente.



El gusano barrenador reapareció en El Salvador en diciembre de 2024, cuando un bovino y un canino fueron los primeros positivos a la enfermedad, según el Oirsa. La enfermedad volvió a estar en el radar de la sanidad regional luego de 30 años, pues esta fue erradicada de Centroamérica y México en la década de 1990.

Los gobiernos han establecido diferentes protocolos para la atención y el Oirsa se suma al divulgar una guía durante la segunda semana de junio, enfocada en la atención de los veterinarios y los técnicos de campo.



La institución plantea que primero se debe entrevistar al propietario del animal, a quien se solicitará detalles como tiempo de evolución de la herida, cambios en la conducta y apetito, presencia de secreción anormal y tratamientos previos aplicados a la gusanera.

El segundo paso es una evaluación física del animal, en la cual se tome la temperatura de forma rectal, frecuencias cardíaca y respiratoria, así como una evaluación de condición corporal e inspección de la herida y la clasificación del caso.

El veterinario, auxiliar o técnico de campo necesita preparar los materiales a utilizar como pinzas de extracción, guantes de látex, rotulador, antisépticos, tubos plásticos con alcohol, solución salina, un producto larvicida y antimicrobianos.

En el proceso de curación, se necesita asegurar físicamente al animal, porque el procedimiento puede causar dolor y en algunos casos se recomienda el uso de anestesia.

Posteriormente se aplica un larvicida tópico en la herida y se espera unos minutos para que las larvas comiencen a salir. Cuando esto se concreta se necesitan extraer de una a 10 larvas de las zonas más profundas.

Los gusanos deben ser colocados en un tubo con alcohol al 70 %, rotular el instrumento y completar un formulario.

La extracción de las larvas debe abarcar a todos los animales visibles, para luego inspeccionar de forma profunda la herida y, de haber tejido desvitalizado, se necesita sedar a la mascota y luego drenar la carne.

El Oirsa recomienda hacer una limpieza y desinfección profunda en la que se debe analizar si se seda al animal, aplicar solución salina, antinflamatorios y clorhexidina, así como de antibióticos sistémicos.

Luego de la limpieza es necesario aplicar nuevamente larvicida en la herida, y evitar que el perro o gato se lama la herida.

Finalmente se envía la muestra a la autoridad oficial. El veterinario, auxiliar o técnico deben recomendar a la persona a cargo del animal mantener las heridas limpias y cubiertas, y revisar diariamente a los animales.

El organismo también recomienda evitar que duerma al aire libre sin protección y reportar cualquier nueva herida sospechosa de larvas.

En el documento, el Oirsa señala que los animales que padezcan el gusano barrenador pueden clasificarse en un estado leve, moderado o crítico.

El estado leve es aquel en el que el animal tiene solo una herida, menos de 10 larvas, sin fiebre o letargia, ni necrosis. La mascota también está alerta y sin alteraciones de conducta.

Cuando el animal presenta más de una herida y tiene entre 10 a 30 larvas, se considera en un estado de salud moderado. Además, tiene decaimiento y fiebre.

Las más críticas son las mascotas que tienen múltiples heridas, más de 30 larvas visibles en la gusanera, fiebre, dolor intenso y un riesgo vital si no se trata a tiempo.

El protocolo recomienda que gatos y perros clasificados en estado moderado y crítico se seden para la limpieza completa.

Entre los medicamentos recomendados, dependiendo de la gravedad y los signos, está la amoxicilina con ácido clavulánico, cefalexina, enrofloxacina y trimetroprim-sulfa.

En la lista de medicamentos también está el carprofeno, meloxicam, firocoxib, ivermectina, fipronil más permetrina más piriproxifen, isoxazolinas, moxidectina, scavon y bactrovet.

Luego de aplicado todo el proceso inicial de limpieza y extracción de las larvas, es necesario continuar curando las heridas, observar el estado del animal, controlar parásitos y prevenir nuevas infestaciones, así como llevar al animal al veterinario constantemente, evaluar signos de alerta y prevenir que se enferme a largo plazo.

En El Salvador el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) recomienda reportar cualquier sospecha de la enfermedad al 202-0881 o 2202-0226, así como al 7092-9718. Si hay larvas es necesario aplicar un producto larvicida.

El MAG coincide con las recomendaciones del Oirsa de poner las larvas en un recipiente con alcohol del 70 % al 95 %.