Un estudio divulgado por dos universidades de Estados Unidos y de San Cristóbal y Nieves reveló que El Salvador tiene pocas posibilidades de padecer peste porcina africana (PPA) frente a otros países de Latinoamérica.
La publicación fue elaborada por la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, y la Universidad Ross, de San Cristóbal y Nieves, para analizar el riesgo de que algún país latinoamericano se infecte de peste de porcina africana a través de importaciones informales y legales.
La investigación -divulgada en la revista Frontiers in Veterinary Science- analiza las probabilidades de incursión del virus en un país, así como publicaciones, informes gubernamentales y políticas comerciales.
Dicha investigación reveló que el ingreso de mercadería por la vía legal y por puntos formales en Barbados, Bermudas, Costa Rica, Guyana y El Salvador es “poco probable” que la enfermedad se introduzca y genere brotes.
Esto significa que El Salvador tiene evidencia que sugiere que las condiciones actuales no son favorables para una “inclusión” de la PPA.
“Estos territorios han demostrado medidas de control fronterizo relativamente sólidas, una supervisión veterinaria más transparente y una adhesión constante a las prohibiciones de importación de las regiones afectadas por PPA”, señala la investigación.
El documento plantea que la legislación actualizada, inspecciones constantes en los puertos de entrada y participación en iniciativas regionales de los cinco países demuestran cómo este tipo de políticas pueden “mitigar el riesgo”.
Países más expuestos
Al otro extremo se encuentra Bahamas, Islas Vírgenes Británicas, Colombia, Cuba, Jamaica, México, Panamá, así como Puerto Rico, Venezuela, Islas Turcas y Caicos, y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, en donde es “probable” que la peste ingrese por las vías de importación.
La investigación asegura que los riesgos están relacionados con los altos niveles de turismo, fronteras marítimas porosas y redes de contrabando, transparencia limitada y rutas de migración establecidas.
Pese a los hallazgos, el análisis plantea que lo más “crítico” es que 24 de 40 países analizados en Latinoamérica no tienen datos suficientes para poder conocer y prever riesgos de introducción de la peste porcina africana.
Las universidades señalan que existe una necesidad “crucial” para que los países ejecuten colaboraciones regionales en materia de vigilancia, información y desarrollo de capacidades para prevenir la enfermedad.
El ingreso de la peste a un país generaría estragos en la ganadería a nivel general, así como en los ámbitos ecológicos y económicos.