La empresa estatal responsable de la producción de electricidad en Etiopía, Energía Eléctrica de Etiopía (EEP), anunció su intención de eliminar gradualmente todas las operaciones de minería de criptomonedas ante la creciente presión pública por la elevada carga energética que representan los centros de datos vinculados a este sector.

El jefe de comunicaciones de la EEP, Moges Mekonen, confirmó a EFE que el consejo de administración de la compañía ha decidido dejar de aceptar solicitudes de nuevas empresas de minería de datos.

"Cuando consideramos las necesidades de energía de las empresas que ya operan y de las que quieren entrar, vimos que la demanda era demasiado grande. Si seguimos recibiendo nuevos solicitantes, no podremos satisfacer sus necesidades", explicó Moges.

"La decisión de dejar de emitir licencias a nuevos participantes se basó en la realidad sobre el terreno, es decir, nuestra incapacidad para cubrir su creciente demanda de energía", agregó.

Las empresas de minería de criptomonedas -principalmente de bitcoin, la criptodivisa más utilizada del mercado- que buscaban escapar de las restricciones impuestas en países como Rusia o China, comenzaron a llegar a Etiopía en el último año, atraídas por los bajos costes de la electricidad en el país africano.

Sin embargo, la preocupación por sus enormes necesidades energéticas llevó a los responsables de EEP a replantearse su compromiso.

 

Población sin electricidad

El último informe sobre las perspectivas energéticas de Etiopía para 2025 alertó de que la minería de criptomonedas está en camino de consumir un tercio de la producción eléctrica total, en un país donde, según estimaciones de la EEP, el 46 % de la población no tiene acceso a la electricidad.

Además, la compañía estatal alertó de que este nivel de consumo podría poner en riesgo sectores esenciales, especialmente en las zonas rurales, que aún sufren apagones y dependen del diésel.

En una rueda de prensa celebrada el pasado 7 de agosto, el director general de la EEP, Ashebir Balcha, señaló que el Gobierno solo permitió que las empresas de minería de datos operaran en Etiopía de forma temporal, sin considerarlo una inversión a largo plazo.

Actualmente, Etiopía utiliza su electricidad para generar divisas mediante exportaciones a países vecinos como Kenia, Yibuti y Sudán, así como para abastecer a empresas de minería de datos, de las que EEP recaudó 55 millones de dólares en 2024 y espera alcanzar unos 120 millones en 2025.

Hasta la fecha, 36 empresas de minería han firmado acuerdos de compra de energía con la EEP, de las cuales 25 están operativas y 11 esperan iniciar actividades.

Algunas han solicitado hasta 600 megavatios -el equivalente a la capacidad de dos grandes presas-, aunque las asignaciones habituales oscilan entre 20 y 40 megavatios.

La EEP ha dejado claro que, aunque las compañías ya instaladas seguirán recibiendo suministro, no podrán ampliar sus operaciones.

"Si quieren expandirse, necesitarán más energía, que no podemos proporcionar. También estamos planeando revisar las tarifas eléctricas que se cobran a las empresas de minería de datos existentes", señaló Moges.

Pese a la prohibición del comercio de criptomonedas en Etiopía, en 2022 se aprobaron leyes favorables a la minería de datos que permiten la computación de alto rendimiento, fundamental para la generación de bitcoines.

Desde entonces, Etiopía ha atraído a mineros de todo el mundo, especialmente de Estados Unidos, China, Rusia y Emiratos Árabes Unidos, seducidos por la ausencia de regulaciones estrictas, el acceso a abundante energía -en su mayoría hidroeléctrica-, un clima propicio que favorece el enfriamiento natural de los servidores y unos costes energéticos reducidos.