Durante un evento de la Cámara Americana de Comercio de El Salvador (AmCham), el representante del CAF, Óscar Avalle, señaló que en la historia reciente el país ha trascendido por tres “cisnes negros” que han afectado el crecimiento del PIB.
En su presentación divulgada el 24 de abril ante empresarios salvadoreños, el CAF señaló que la guerra civil generó más de 75,000 muertes entre 1980 y 1992, y costó un 26 % del crecimiento del PIB.
El representante bancario explicó que las estimaciones se basan en una metodología desarrollada por el economista Paul Collier, que plantea que por cada año de conflicto se pierde entre un 2 % y un 3 % del PIB de los países.
En el caso de El Salvador, el segundo evento oscuro estuvo marcado por la criminalidad que se vivió entre 1994 y 2022, cuando se registraron 116,489 muertes violentas y se generó un costo de un 70 % del crecimiento del PIB.
“El Salvador dejó de crecer un 70 % del PIB, no es que haya caído, sino que dejó de crecer”, puntualizó Avalle.
La pandemia de covid-19 fue el tercer cisne negro de la economía local, restando 4,230 vidas y un crecimiento de un 10.5 % del PIB.
Entre estos tres sucesos, El Salvador habría dejado de percibir un crecimiento de un 106.5 % del PIB.
Recuperación
Los estragos de la guerra fueron tan profundos que Avalle señala que el PIB per cápita que El Salvador tenía en 1986, antes de la guerra civil, se recuperó “recién en 2008”.Según el CAF, la situación cambió con la criminalidad porque las remesas sostuvieron parte de los ingresos de las familias al punto de que, en la actualidad, un 25 % del PIB está ligado a los envíos de dinero de la diáspora.
Avalle destacó que El Salvador es un país pequeño que necesita diversificar su economía y que está expuesto a cualquier impacto externo, como la economía estadounidense, y a desastres naturales.
“Lo que tenemos que desarrollar en primera instancia es capital humano, infraestructura básica, conectividad, instituciones”, añadió el vocero del CAF al referirse a las brechas que persisten en el país.
Potenciar el crecimiento
En los últimos años, la tasa de crecimiento de la economía salvadoreña ha rondado entre un 2 % y un 3% y, según Avalle, superar estos promedios puede ser posible, pero bajo objetivos específicos.El banco indicó que si el país quiere crecer un 4 % debe diversificar su economía a partir del cambio de infraestructura, mejora en la competitividad y matriz energética.
En suma, es necesario promover un desarrollo humano inclusivo, en el que se reduzcan las desigualdades en salud y educación, se mejore la cobertura de los mismos y la accesibilidad.
Además, el país debe impulsar y apoyar un desarrollo sostenible a nivel ambiental y social.
El CAF indica que El Salvador está llegando a los niveles de ingresos medios altos. En este es donde se decide “qué quiere ser cuando sea grande”, es decir, el panorama por el que apostará.
“Lo que hay que lograr es despegar, el Banco Mundial ha desarrollado un análisis muy bueno que trata el tema de tecnología y trata el tema de la trampa de países de ingresos medios”, añadió Avalle.
Para avanzar, el país necesita invertir en infraestructura, tecnología, así como el desarrollo de innovación tecnológica.