El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) ha iniciado una serie de capacitaciones para los productores salvadoreños en el uso de trampas contra la mosca del gusano barrenador, confirmó la Mesa Agropecuaria, Rural e Indígena.

El coordinador de la gremial, Mateo Rendón, aseguró que las jaulas utilizadas son instrumentos que provienen probablemente desde México pero que, lo más caro, es el cebo que se coloca para atraer a las moscas.

“Se colocan las jaulas, como de pericos, y estas se colocan donde se sabe que hay incidencia de moscas, y ahí llegan de 10 a 25 moscas y luego se matan, este es un mecanismo que nos empieza a dar resultado”, indicó Rendón.

Los productores se encuentran aún en las primeras prácticas y, según Rendón, el mecanismo se ha utilizado en zonas donde hay una gran presencia de moscas.

La jaula se coloca con el cebo -que tiene olor parecido a la sangre- y se esperan 30 minutos para que las moscas ingresen.

Cuando las moscas caen, los productores los matan utilizando electricidad.

 

Funciones

Rendón confirmó que las trampas son utilizadas para dos propósitos: el primero centrado en capturar moscas y matarlas, y el segundo enfocado en muestrear los niveles de este tipo de animales en algunas zonas.

El coordinador de la Mesa recordó que la mosca se caracteriza por habitar en zonas donde hay abundante agua y se alimenta de polen generado por diversas flores.

“Lo que se hace es que se están colocando en zonas donde consideramos que hay bastantes afluencias de moscas y dónde se ha rebajado”, indicó Rendón.

Las trampas también se colocan en zonas donde se ha reportado un alto número de casos positivos a gusano barrenador.

Las capacitaciones relacionadas con las trampas para moscas iniciaron en julio por parte del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa) para técnicos del MAG.

Aunque los técnicos se encuentran en las primeras prácticas con los productores salvadoreños, Rendón aseguró que el siguiente paso es una entrega masiva de este tipo de tecnología.

La apuesta, puntualizó, es capacitarlos porque la mosca permanecerá en El Salvador por varios años por lo que es importante el control del vector, al mismo tiempo que se atienden los casos.

La reducción de las moscas fue un paso clave para la erradicación de los casos en la década de los 90. En ese momento la técnica del insecto estéril fue clave para toda Centroamérica.

Esta estrategia consiste en esterilizar con radiación a un grupo de moscas macho para que, al momento de aparearse con las hembras, no se generen huevecillos. La labor se realiza en una planta ubicada en Panamá, bajo la coordinación del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, las labores de la técnica se han concentrado en la actualidad en México con el fin de evitar el ingreso de la plaga hacia Estados Unidos, este último es el principal financista de la estrategia para combatir el gusano barrenador.

La Mesa Agropecuaria estima que, mientras la enfermedad se erradica en México y Guatemala, El Salvador podría aguardar hasta seis años para esperar que las moscas estériles se liberen en suelo salvadoreño.

El Oirsa recordó en julio que se busca controlar la enfermedad por fases, bajando las moscas desde el norte de Centroamérica hasta el sur, con el fin de que estas se concentren en la zona de la selva de Darién, que se expande entre Colombia y Panamá, y que sirvió como barrera biológica hasta el 2022.

Ante esto, la técnica de mosca estéril es efectiva, pero el Oirsa aseguró que en países con un alto número de casos la dispersión no es efectiva, por lo que los países primero deben reducir los animales enfermos de esta enfermedad.

Los productores recordaron que el control de los vectores también está relacionado con la limpieza en los corrales y con la limpieza de los mismos animales.