La Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES), representación de la Iglesia Católica, se mostró preocupada por la alta tasa de desempleo y los "miles de despidos" en "los últimos meses", a la vez que exigió equiparar el salario mínimo de los campesinos al menos al correspondiente al sector urbano.
En su carta pastoral, en la cual envía varios mensajes al gobierno salvadoreño, señaló que los campesinos "son quienes tienen más derecho a un salario mínimo más alto" o "al menos igual que el sector urbano". "¿Qué haríamos sin estos hombres y mujeres? Ellos producen nuestro alimento", advirtió.
Recordó que los campesinos son golpeados por las sequías y las inundaciones, los altos precios de los fertilizantes y semillas, la pérdida de tierras por la práctica de monocultivos como el despojo de tierras, el difícil acceso a los créditos, el abandono estatal, la importación de alimentos en desprecio al producto agrícola nacional.
Así, la Iglesia urgió "invertir en el agro", tecnificarlo, aumentar el salario mínimo para los campesinos, subsidiar a los pequeños y microagricultores, promover el comercio de sus productos con precios justos, capacitar a los agricultores.
A partir de este 1 de junio, se aumenta el salario mínimo para los sectores de industria, comercio y servicios, maquila textil y confección, y agrícola.
El salario mínimo se fijó en $305.23 para el sector agrícola, que incluye ganadería, pesca, recolección de cosecha de café y otras actividades agrícolas.
Para la industria se fijó en $408, aplicado para los trabajadores en ingenios azucareros, beneficio de café y otras actividades de la industria y la agroindustria.
Servicios y comercio también tendrá un salario mínimo de $408.80, mientras que maquila textil y confección quedarán con $402.32.
Pide Ley de Seguridad Alimentaria y preocupada por desempleo
La Iglesia también pidió la aprobación de una Ley de Seguridad Alimentaria y el subsidio a la canasta básica. "Pedimos a las autoridades nunca olvidar que el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico-social. No se ha hecho al hombre para el trabajo sino al trabajo para el hombre", indicó la Iglesia, que aclaró que "esto implica" respetar derechos humanos, salario digno, condiciones dignas, jornada de ocho horas, días libres para reponer fuerzas, pago por horas extras.La representación religiosa mostró su preocupación por el desempleo y dijo que "sus efectos son negativos sobre aquellos que lo padecen: depresión, desesperación son algunos de los más graves a nivel personal".
Agregó que "el sector informal atraviesa una fuerte crisis agravada no solo por la crisis económica a nivel mundial", sino también por "los desalojos" que ha provocado la pérdida de su fuente de trabajo, indicó.
La CEDES advirtió que están aumentando los hogares con "perfil de mesón". "Varias familias en la misma casa, se necesita que el salario alcance para adquirir casa o apartamento propio y para cubrir una alimentación adecuada, educación, salud y hasta recreación", advirtió. Reconoció que es difícil pero "debe realizarse".