El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) de Guatemala dijo en octubre de 2024, tras detectarse los primeros casos positivos a la enfermedad, que no hay riesgos y aseguró que, si el animal es tratado a tiempo y se eliminan las larvas del GBG, la herida cicatrizará y generará un nuevo tejido.
“Los gusanos que surgen de los huevos que coloca la mosca GBG únicamente se alimentan del tejido vivo, por lo que no prospera en animales muertos”, indicó el MAGA.
El gobierno guatemalteco dijo que la enfermedad no provocará repercusiones para los bovinos curados ni para los humanos que consuman la carne, leche o los derivados de los mismos.
El MAGA, a través del Viceministerio de Sanidad Agropecuaria y Regulaciones (VISAR), aclaró que el gusano no produce “veneno” o alguna “toxina” que pueda ser dañina para los humanos.
Cocinar de forma correcta
Por su parte, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) de la Universidad Jesuita de Guadalajara, en México, publicó una entrevista con Felipe Sánchez, profesor del instituto, quien aseguró que la carne de animales infectados no representan un impacto en la “inocuidad” del producto final.
El académico dijo que el consumo es seguro, pero que las personas deben tener sus “reservas”, porque este alimento debe ser preparado con un mínimo de cocción de 65 grados centígrados.
“Es carne que técnicamente sí se puede consumir, con una cocción y manejo adecuado post mortem, pero es de baja calidad”, dijo Sánchez en una entrevista publicada el 28 de mayo de 2025 por el portal universitario.
Por su parte, el profesor mexicano dijo que el estrés que el animal vive durante la enfermedad puede provocar que la carne pierda calidad, volviéndose oscura, firme y seca.
Pese a lo anterior, las investigaciones y los análisis no plantean si la leche de animales enfermos se puede consumir en el momento en el que el animal se encuentra enfermo.
Venta y consumo
Aunque en El Salvador no se ha externado ninguna normativa para prohibir o autorizar la comercialización de este tipo de carne o lácteos, la Mesa Agropecuaria, Rural e Indígena confirmó que algunos ganaderos continúan comercializando la leche de animales enfermos.
El coordinador de la Mesa, Mateo Rendón, dijo este 11 de junio que también sospecha de productores que han vendido vacas que murieron por el gusano barrenador o novillos.
Rendón pidió esta semana al Colegio Médico y al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) que realicen una investigación para levantar sospechas o restringir el consumo de carne o leche de animales que padecen la enfermedad.
“Deberían (hacer) en estos momentos un análisis donde debería haber un comunicado de autoridad competente de decir que la leche de la vaca no es apta para el consumo humano, debería haber un comunicado”, acotó Rendón.
El gusano barrenador fue erradicado de El Salvador en la década de 1990, pero en los últimos años ganó terreno en Centroamérica y reapareció en territorio salvadoreño en diciembre de 2024, cuando un bovino y un perro se convirtieron en los primeros dos casos positivos.
Desde entonces, el gobierno salvadoreño guardó silencio con las estadísticas y los datos sobre la enfermedad han sido divulgados por entidades internacionales como la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) y el Colegio de Médicos Veterinarios y Zootecnistas de Guatemala (CMVZ), citando cifras del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa).
A la fecha, el MAG no ha actualizado los boletines epidemiológicos y el Oirsa ha confirmado 1,171 casos positivos en animales hasta el 19 de abril de 2025. Por su parte, el Ministerio de Salud (Minsal) aseguró que hasta el 31 de mayo habían tres humanos infectados.

