El Senado de Estados Unidos dio luz verde este martes a una versión revisada del impuesto de 1 % a las remesas, limitándolo a envíos en efectivo, giros postales y cheques de caja, pero ampliándolo para incluir las transferencias realizadas por ciudadanos estadounidenses.
La disposición forma parte del ambicioso plan fiscal y de gastos impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, conocido como el "Gran y Hermoso Proyecto de Ley". Con esta modificación, el impuesto ya no se aplicará únicamente a extranjeros, sino también a estadounidenses que envíen dinero al exterior.
Aunque la tasa del 1 % es menor al 3.5 % inicialmente propuesto en la Cámara de Representantes, la conciliación de ambas versiones aún genera debate. La iniciativa ha provocado rechazo de legisladores demócratas, quienes advierten que la medida impactará a miles de familias migrantes que dependen de estos fondos para subsistir. La Cámara de Representantes debe hacer la votación final del impuesto y el resto medidas del paquete fiscal.
Según un análisis del Comité Conjunto de Impuestos del Capitolio, gravar también las remesas en efectivo enviadas por ciudadanos estadounidenses podría generar ingresos de hasta $9,000 millones para el fisco entre 2026 y 2034.
Pese a la mayoría republicana de 53 escaños, la votación en el Senado terminó empatada 50-50 y fue el vicepresidente JD Vance quien definió el desempate, como establece la Constitución. El proyecto volverá ahora a la Cámara de Representantes, donde enfrenta resistencia de la bancada demócrata y de algunos republicanos opuestos a recortes incluidos en el plan.
Según estimaciones del Consejo Monetario Centroamericano (Secmca), al menos 984,500 salvadoreños que viven en Estados Unidos serían afectados por el impuesto a las remesas. De estos, más de 330,000 salvadoreños son residentes legales y 654,500 se encuentran en situación irregular.
De acuerdo con el Banco Central de Reserva (BCR), las remesas representaron el 23.8 % del PIB en el cuatro trimestre de 2024, un año en el que ingresaron más de $8,479.7 millones de los cuales un 91.6 % procedió de EE. UU.