La Superintendencia de Competencia (SC) anunció este jueves que autorizó la concentración económica entre, BIA QSR Investments S.L. (filial del gigante de bebidas CBC), y la empresa Oriental Wok, responsable de operar la franquicia de restaurantes Panda Express en El Salvador.

La operación implica que BIA QSR Investments, que ya tiene presencia en el país a través de empresas como LivSmart Americas, Comercializadora Interamericana y Beliv, asumirá el control de Oriental Wok, S.A. de C.V., actualmente propiedad de Hunan Holdings Corp.

Según el análisis técnico realizado por la SC, esta concentración se clasificó como vertical, ya que el grupo CBC (The Central America Bottling Corporation) distribuye bebidas —incluyendo productos del portafolio de Pepsi— utilizadas como insumos en restaurantes, incluido Panda Express. No obstante, la investigación concluyó que la operación no limita el acceso de insumos a otros restaurantes ni restringe la llegada de bebidas de la competencia al consumidor final.

“La información recopilada mostró que esta concentración económica no incrementa el riesgo de prácticas anticompetitivas que afecten a los consumidores salvadoreños”, señaló la SC.

Panda Express, una franquicia de comida china estadounidense, inició operaciones en junio de 2018 en El Salvador. En ese momento, la empresa indicó que los primeros dos restaurantes requirieron una inversión de entre $8000,000 y $1 millón.

Por su parte, el gigante de bebidas CBC es el mayor exportador del rubro de bebidas en El Salvador. En 2024, anunció que invirtió $50 millones en los últimos cinco años y tenía en el radar otros $50 millones para ampliar la operación salvadoreña. CBC es actualmente es el embotellador oficial de Pepsi, con un portafolio que también incluye las marcas de Petit, California, Gatorade, Pepsi, AMP, Lipton y Aqua.

Además de de Estados Unidos y El Salvador, Panda Express tiene presencia en México, Canadá,  Arabia Saudita, Corea del Sur,  Emiratos Árabes Unidos, Japón, Guatemala, Aruba, Filipinas y Alemania.

El superintendente de Competencia, Gerardo Henríquez, resaltó que el control de este tipo de operaciones es fundamental para garantizar un entorno competitivo.

“La vigilancia de concentraciones económicas permite mantener mercados abiertos, con reglas claras, favoreciendo precios justos, diversidad de productos y calidad para el consumidor salvadoreño”, afirmó Henríquez.

Durante el análisis, la SC consultó a empresas y actores del mercado para evaluar posibles impactos en precios, eficiencia económica y diversidad de productos. Este enfoque, asegura la institución, no solo protege al consumidor sino que también genera confianza para atraer inversiones.

El sector alimenticio representa un motor clave para la economía nacional. De acuerdo con cifras del Banco Central de Reserva (BCR), en 2024 las actividades vinculadas al servicio de comidas y alojamiento generaron $1,125 millones. Además, una encuesta de la Defensoría del Consumidor indica que el 36 % de los salvadoreños come fuera del hogar al menos cuatro veces por semana.