El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia anunció el inicio del silencio electoral desde ayer jueves, tres días antes de las elecciones generales que se celebrarán el domingo. Desde esta jornada está prohibida cualquier actividad proselitista, y a partir del viernes entrará en vigor la ley seca, que se extenderá hasta el mediodía del lunes.
Durante el cierre de campaña, realizado el miércoles por la noche, los principales candidatos —entre ellos Samuel Doria Medina y Jorge Tuto Quiroga— congregaron multitudes en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
El TSE también estableció otras restricciones electorales: está prohibido portar armas de fuego o blancas, celebrar actos públicos, realizar reuniones o espectáculos de cualquier tipo, así como la circulación de vehículos particulares o transporte público sin autorización. Además, no se permite el traslado de votantes entre recintos electorales.
En total, 7.567.207 bolivianos están habilitados para votar en el país, y 369.308 en el extranjero solo para elegir presidente y vicepresidente. El voto en Bolivia es obligatorio, y el certificado de sufragio será requisito para realizar trámites en instituciones públicas y bancos durante los 90 días posteriores a la elección.
Según las encuestas, es probable que haya segunda vuelta entre Doria Medina y Quiroga, ambos opositores, debido al alto número de indecisos y votos nulos o blancos. Para ganar en primera vuelta, la ley exige más del 50 % de votos o un mínimo del 40 % con 10 puntos de ventaja sobre el segundo candidato.
La etapa preelectoral ha estado marcada por las protestas de sectores afines a Evo Morales, inhabilitado constitucionalmente para postularse a un cuarto mandato. Tras no lograr su inscripción, el expresidente promueve el voto nulo.
El TSE Bolivia exhortó a la ciudadanía a cumplir con las normas y participar de manera responsable para “fortalecer la democracia en el país”.