La concejal de Chicago, Jessie Fuentes, fue esposada este viernes en la sala de emergencias de un hospital local después de confrontar a agentes de inmigración que ingresaron al centro médico para detener a un inmigrante herido.
Fuentes se encontraba en Humboldt Park, dentro de su distrito, participando en una manifestación pacífica junto a otros funcionarios electos contra lo que calificaron como “tácticas militares” del operativo desplegado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que ha dejado más de 900 personas arrestadas en Chicago.
En un video publicado en sus redes sociales, se observa a la concejal cuestionando a dos agentes de inmigración sobre la existencia de una orden judicial que autorizara la captura. “Ese hombre tiene derechos constitucionales”, dijo Fuentes, mientras los oficiales le ordenaban abandonar el área. Momentos después fue esposada frente a los pacientes y personal médico.
“No te he tocado, no te he tocado. Solo he preguntado si tienes una orden de arresto contra él, es una pregunta simple. Ese hombre tiene derechos constitucionales”, insistió la funcionaria en las imágenes, donde se muestra su posterior detención y liberación frente al hospital.
La concejal denunció que los agentes impidieron al inmigrante en custodia comunicarse con su abogado. Ante los hechos, el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, calificó la detención de Fuentes como “abusiva” y recordó que los funcionarios electos tienen derecho, bajo la Primera Enmienda, a documentar y denunciar las actuaciones de ICE. “Cualquier intento de bloquear esta labor constituye un ataque directo a la rendición de cuentas democrática y un atentado contra los derechos de los ciudadanos de Chicago”, sostuvo el edil.
La tensión por las redadas migratorias ha aumentado en Chicago y sus alrededores, donde este mismo día la secretaria del DHS, Kristi Noem, visitó el centro de procesamiento de ICE en Broadview (Illinois), considerado epicentro de las protestas contra la política migratoria del presidente Donald Trump, quien ha reiterado su amenaza de militarizar la ciudad.
Las manifestaciones en Broadview se han extendido durante semanas, con la detención de varios ciudadanos estadounidenses, incluidos veteranos del Ejército, en rechazo a la intensificación de las operaciones federales.