La Corte Suprema de Estados Unidos falló este viernes a favor de la Administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al levantar los bloqueos impuestos por tribunales inferiores contra su orden ejecutiva para restringir la ciudadanía automática por nacimiento, derecho garantizado por la Constitución para los hijos de migrantes indocumentados o con visados temporales.

Con una mayoría conservadora de 6 votos contra 3, el máximo tribunal respaldó la petición de la Casa Blanca, aunque aclaró que la decisión no aborda el fondo del decreto presidencial, sino la autoridad de los jueces de instancias menores para frenar su aplicación de forma generalizada.

La jueza conservadora Amy Coney Barrett, quien redactó la opinión mayoritaria, subrayó que los tribunales federales no tienen una "supervisión general" sobre el Ejecutivo. "Cuando un tribunal concluye que el Ejecutivo ha actuado ilegalmente, la respuesta no es que el tribunal también exceda su poder", afirmó Barrett, quien recordó que solo el Congreso puede definir la extensión de la jurisdicción federal.

La orden de Trump, firmada el mismo 20 de enero cuando asumió su segundo mandato, ha estado bloqueada por decisiones de jueces federales en Maryland, Washington y Massachusetts, quienes consideraron que el presidente no tiene facultad para alterar la Enmienda 14 de la Constitución.

Un derecho constitucional en debate

El fallo establece que la restricción a la ciudadanía por nacimiento no entrará en vigor de inmediato: su aplicación se retrasará 30 días, período en el que organizaciones civiles podrían intentar nuevas demandas colectivas para impedir su ejecución.

De acuerdo con estimaciones del Migration Policy Institute, cerca de 255,000 bebés al año podrían perder su derecho a la ciudadanía automática si la medida entra en vigor, un cambio que encendería una nueva batalla legal sobre la vigencia de la Enmienda 14, aprobada tras la Guerra Civil para garantizar la igualdad de derechos a todos los nacidos en suelo estadounidense.

Duras críticas desde el ala liberal

El fallo generó una reacción inmediata entre los jueces progresistas. Sonia Sotomayor expresó su desacuerdo directamente desde el estrado —una señal poco habitual— advirtiendo que el Estado de derecho solo se sostiene si cada poder del Estado asume su responsabilidad de defenderlo. "Hoy, esta Corte renuncia a su papel vital en ese esfuerzo", reclamó.

Por su parte, la jueza Ketanji Brown Jackson sostuvo en su voto disidente que la decisión permite al Ejecutivo violar los derechos constitucionales de quienes no están específicamente nombrados en demandas individuales. "El Gobierno está usando cuestiones técnicas como cortina de humo para ejercer un poder arbitrario e incontrolado, justo lo que los fundadores de Estados Unidos querían evitar", señaló.

Limitar la ciudadanía por nacimiento fue una de las principales promesas de campaña de Trump, quien regresó a la Casa Blanca con una agenda migratoria aún más restrictiva y una política de deportaciones aceleradas que ya genera debate dentro y fuera del país.