El Gobierno Federal de Estados Unidos se encamina a un cierre parcial tras el fracaso de las negociaciones entre republicanos y demócratas en el Congreso para aprobar un presupuesto. Si no se alcanza un acuerdo antes de la medianoche, millones de servicios considerados no esenciales quedarán suspendidos, con efectos que podrían escalar hasta provocar un caos en aeropuertos y retrasos en trámites administrativos.
Durante el cierre, los 21 museos del Instituto Smithsonian en Washington y Nueva York cerrarían sus puertas, salvo que cuenten con fondos sobrantes para operar de forma provisional. También se verían afectados los 63 parques nacionales, que permanecerían accesibles, pero sin guardabosques ni centros de visitantes. Algunos estados como Arizona, Utah o Colorado anunciaron que usarán recursos propios para mantener abiertos sus destinos turísticos más importantes.
Agencias como el Departamento de Educación o la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) suspenderían la mayor parte de sus funciones. En el caso del Servicio de Impuestos Internos (IRS), las gestiones en línea seguirían disponibles, pero no se procesarán documentos en papel ni habrá atención telefónica.
Riesgo de caos en aeropuertos
Aunque los controladores aéreos y el personal de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) son considerados esenciales y seguirán trabajando, no recibirán su salario mientras dure el cierre. Como ocurrió entre diciembre de 2018 y enero de 2019, durante la presidencia de Trump, una suspensión prolongada podría derivar en ausencias masivas por “enfermedad”, lo que desencadenaría retrasos y cancelaciones de vuelos en todo el país.
Las embajadas y consulados de EE.UU. continuarían operando, aunque los tiempos de espera para pasaportes y visados podrían aumentar debido a la reducción de personal disponible. Programas sociales como el WIC, que provee alimentos y atención médica a mujeres embarazadas, lactantes y niños menores de cinco años en situación vulnerable, también estarían en riesgo de interrupción si el cierre se prolonga.
Qué servicios seguirán funcionando
Las fuerzas de seguridad, incluidos FBI, CIA y el Ejército, mantendrán sus operaciones, aunque tampoco recibirán pago hasta que el Congreso apruebe un presupuesto. El Servicio Postal, la Seguridad Social y programas de salud como Medicare no se verán interrumpidos.
La magnitud del impacto dependerá de la duración del cierre, que está directamente ligada a la capacidad de republicanos y demócratas de alcanzar un acuerdo presupuestario.