El martes 12 de marzo de 2013, 115 cardenales de 45 países iniciaban un cónclave bastante inusual tras las renuncia del papa Benedicto XVI. El papa alemán había renunciado sorpresivamente después de ocho años de pontificado.



La primera ronda de votación derivó en una “fumata negra”, dos horas y siete minutos después que se cerrasen las puertas de la Capilla Sixtina.

Benedicto XVI fue elegido el 19 de marzo de 2005 en la cuarta votación. Juan Pablo II fue electo el 26 de agosto de 1978 en la cuarta votación, mientras que Juan Pablo II fue elegido el 16 de octubre de 1978 en la octava votación.



La noche del 13 de marzo de 2013 apareció la fumata blanca y el argentino Jorge Mario Bergoglio de 76 años se convertía en el papa número 266 De la Iglesia Católica y el primer latinoamericano en ocupar el trono De San Pedro.

El nuevo papa fue elegido en la quinta votación del cónclave, la fumata blanca salió a las 7:06 pm (eran las 12:06 pm en San Salvador) del miércoles 13 de marzo, entonces las campanas de la la Basílica de San Pedro empezaron a sonar.

Fue hasta las 8:12 de la noche que el cardenal protodiácono, el francés Jean Louis Tauran, anunció el “Habeums Papam” y anunciando el nombre de Bergoglio que adoptaría el nombre de Francisco.

Quinielas fallidas



Las conjeturas previas al cónclave apostaban al cardenal italiano Angelo Scola, arzobispo de Milán, y el brasileño Odilo Scherer. Pero la lista de cardenales "papables" se extendía al arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, y el canadiense Marc Ouellet, de Quebec, incluso se mencionó al cardenal hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga y al argentino Leonardo Sandri.

Ninguno de los “especialistas” mencionaban al cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, el arzobispo de Buenos Aires, que finalmente fue elegido y quien tomó el nombre del papa Francisco.