El nicaragüense desnacionalizado Roberto Samcam, un mayor en retiro del Ejército crítico del Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo que fue asesinado esta semana en Costa Rica, fue enterrado este domingo en un cementerio de San José por sus familiares y amigos.



Samcam fue sepultado hoy entre gritos de justicia en la Casa España del mausoleo del cementerio de la capital costarricense, según informó la prensa local de Nicaragua. Además, sobre su féretro fueron colocadas banderas de España, Costa Rica y Nicaragua.

"La vida de Roberto Samcam no termina con su muerte. Se une al clamor de tantos inocentes pidiendo justicia para los asesinados en 2018 (cuando hubo protestas en Nicaragua)", dijo el padre Rafael Aragón durante la misa funeraria del opositor nicaragüense, según declaraciones recogidas por el periódico nicaragüense La Prensa.



El pasado jueves asesinaron a Samcam, mayor nicaragüense en retiro del Ejército, naturalizado español, y fuerte crítico con el Gobierno que dirigen los esposos y copresidentes de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo.

El suceso se dio en el cantón de Moravia, en San José, cerca de las 07:30 horas (13:30 GMT) cuando "un masculino habría ingresado en un condominio" donde supuestamente vivía la victima y "sin mediar palabra alguna había presuntamente disparado en contra del ofendido en múltiples ocasiones, logrando impactarlo en el tórax y extremidades", según la información oficial.

La Organismo de Investigación Judicial costarricense está investigando el asesinato. Y los movimientos políticos opositores acusan "directamente al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo de este cobarde asesinato".

El Sistema de las Naciones Unidas en Costa Rica expresó hoy su preocupación tras el asesinato de Samcam, quien era una persona refugiada en este país desde el año 2019.

Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se acentuó tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega, de 79 años y en el poder desde el 2007, fue reelegido para un quinto mandato y cuarto consecutivo, con sus principales contendientes en prisión y a los que luego expulsó del país y les privó de su nacionalidad y de sus derechos políticos.