El Gobierno de transición de Haití declaró este sábado 9 de agosto el estado de emergencia en los departamentos de Oeste, Artibonito y Centro, debido a una nueva ola de violencia protagonizada por pandillas criminales. Según datos oficiales, solo en el segundo trimestre de 2025 la violencia ha dejado al menos 1,500 muertos y 600 heridos.
Si bien las operaciones de seguridad han reducido la violencia en la capital, Puerto Príncipe, las bandas han desplazado su actividad hacia el centro del país, especialmente a Artibonito, el mayor departamento haitiano y principal productor agrícola, conocido como el “granero” nacional.
Las autoridades justificaron la medida ante “las consecuencias negativas de la violencia para la vida de los ciudadanos y los diversos sectores de actividad del país” y señalaron que es “imperativo movilizar recursos estatales y medios institucionales” para combatir la inseguridad y atender la crisis agrícola y alimentaria.
El decreto busca otorgar a las autoridades competentes el tiempo y los medios necesarios para restablecer la seguridad y la paz en las zonas afectadas.
La crisis de violencia en Haití se agudizó a inicios de 2024, lo que llevó a la renuncia del entonces primer ministro Ariel Henry. Tras la muerte del presidente Jovenel Moïse en 2021, el país ha atravesado años de inestabilidad política.
Actualmente, un Consejo Presidencial de Transición intenta encaminar un proceso de pacificación y organizar las primeras elecciones en una década, pero la presencia del contingente internacional encabezado por Kenia no ha logrado frenar la actividad de las pandillas.