Ovidio Guzmán López, hijo del exlíder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue trasladado este lunes 14 de julio desde la prisión metropolitana de Chicago a una ubicación secreta, tras acogerse al programa de protección de testigos del gobierno estadounidense. La decisión forma parte de un acuerdo judicial alcanzado con la fiscalía federal, luego de que se declarara culpable de delitos de narcotráfico.
“El Ratón”, considerado uno de los líderes de la facción Los Chapitos, había permanecido en prisión desde su extradición y enfrentará sentencia en enero de 2026. De acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, si su cooperación resulta útil para facilitar investigaciones y procesos judiciales contra otros miembros del Cártel de Sinaloa, la fiscalía recomendará una reducción de condena por debajo de la cadena perpetua.
La colaboración de Ovidio desata tensión diplomática
La liberación de Guzmán López bajo protección federal ha generado malestar en el Gobierno de México, que denunció no haber sido consultado por la administración del presidente Donald Trump, pese a que fueron las autoridades mexicanas quienes capturaron a Ovidio en enero de 2023 durante un operativo de alto perfil en Culiacán, Sinaloa.Según el diario El Universo, la Agencia Federal de Prisiones (BOP) confirmó que Ovidio ya no se encuentra bajo custodia en sus instalaciones. Su salida responde estrictamente a los términos del acuerdo con la fiscalía, que le concede tiempo hasta enero de 2026 para aportar información adicional sobre la estructura criminal heredada de su padre.
Otros hijos de “El Chapo” también cooperan con EE.UU.
Ovidio no es el único miembro del clan Guzmán que ha optado por colaborar con las autoridades estadounidenses. Su hermano Joaquín Guzmán López se entregó voluntariamente el año pasado en un aeropuerto cercano a El Paso, Texas. El capo Ismael “El Mayo” Zambada, quien también ha sido señalado como figura clave del cártel, habría denunciado haber sido “vendido” por los Guzmán como parte de estas negociaciones judiciales.El acuerdo de colaboración de Ovidio Guzmán representa un nuevo capítulo en la lucha de Estados Unidos contra el narcotráfico transnacional, y también abre la puerta a nuevos procesos contra operadores clave de una de las organizaciones criminales más poderosas de América Latina.