El Gobierno de Israel acusó al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) de estar haciéndose con el control de la entrega de ayuda humanitaria que entra por el norte de la Franja de Gaza y ordenó al Ejército un plan de acción.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusó a Hamás de robar la ayuda humanitaria y dio a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) un plazo de 48 horas para elaborar una estrategia, de acuerdo con un comunicado conjunto con el ministro de Defensa, Israel Katz, que recoge "The Times of Israel".
A finales de mayo, se retomó la entrega de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza como parte de un acuerdo con Hamás, si bien se encargó la gestión a una controvertida ONG avalada únicamente por Israel y Estados Unidos.
Desde entonces se han producido incidentes mortales a diario y son ya más de 400 los muertos y 300 los heridos que se han registrado durante las entregas, como consecuencia de las acciones del Ejército de Israel, que ha estado disparando a los palestinos que han tratado de hacerse con alimentos.
La ONU reclama una investigación sobre lo ocurrido y pide al Ejército de Israel que deje de disparar a quienes buscan alimento y permitan la entrada de más ayuda humanitaria.
