La mayoría de los brasileños expresa sentir vergüenza de los actuales titulares de los tres poderes del país, según una encuesta de la firma Datafolha divulgada este sábado. Los senadores encabezan la lista con un 59 % de desaprobación, seguidos por los diputados y los magistrados de la Corte Suprema (58 %) y el presidente Luiz Inácio Lula da Silva (56 %).
En contraste, el 62 % de los encuestados afirmó sentir orgullo por sus alcaldes, mientras que el 61 % dijo lo mismo sobre el pueblo brasileño, el 55 % sobre las Fuerzas Armadas y el 52 % sobre los gobernadores regionales. El estudio consultó a 2,004 personas en 136 municipios entre el 10 y 11 de junio.
Los senadores registraron el peor balance: apenas un 27 % de los brasileños manifestó sentirse orgulloso de ellos. Los diputados federales generaron orgullo en el 28 % y los magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF) en el 30 %.
Lula, que enfrenta los índices de popularidad más bajos de sus tres mandatos, apenas despierta orgullo en el 40 % de la población, mientras que más de la mitad asegura sentir vergüenza de su gestión.
La mala imagen de los parlamentarios es histórica en Brasil, mientras que la Corte Suprema ha perdido respaldo en los últimos años tras sentencias polémicas, especialmente relacionadas con casos de corrupción y temas sociales sensibles como el aborto, la unión civil entre personas del mismo sexo y la despenalización de la marihuana.
El STF cobró protagonismo en los juicios por corrupción durante los primeros mandatos de Lula, como la operación Lava Jato, que envió a prisión a empresarios, políticos y al propio mandatario, quien posteriormente fue absuelto.
Actualmente, la máxima corte avanza en el proceso contra el expresidente Jair Bolsonaro, acusado de conspirar para impedir la investidura de Lula como su sucesor.
Entre los seguidores de Bolsonaro, el 82 % dice sentir vergüenza de los magistrados, frente a apenas un 12 % que afirma sentir orgullo. En contraste, entre los simpatizantes de Lula, el 52 % respalda al STF y solo el 36 % expresa vergüenza hacia sus decisiones.
