La tormenta tropical Imelda ha causado al menos una muerte en Cuba y ha dejado a miles de personas desplazadas debido a las intensas lluvias que han provocado inundaciones, deslizamientos de tierras, desbordamientos de ríos y áreas incomunicadas en el extremo oriental de la isla. Medios oficiales reportaron que un hombre de 60 años falleció en Santiago de Cuba cuando se derrumbó su vivienda debido a las precipitaciones y un corrimiento de tierras.

Hasta ahora, más de 18,000 personas han sido evacuadas en las provincias de Santiago de Cuba, Guantánamo y Granma, mientras que 17 localidades con un total de 24,000 habitantes han quedado incomunicadas.

El diario Granma también informó de filtraciones y "daños estructurales" en hospitales, escuelas, centros socioeconómicos y áreas residenciales, aunque no se han determinado las magnitudes exactas de estos daños. Debido a la previsión de que las lluvias persistan este lunes, aunque con menor intensidad a medida que Imelda se aleje, las autoridades de Santiago de Cuba y Guantánamo han decidido suspender las clases "hasta nuevo aviso" en todos los niveles educativos.

Los acumulados de lluvia han alcanzado los 340 milímetros en la provincia de Santiago de Cuba y superan los 200 milímetros en Guantánamo. El Instituto de Meteorología (Insmet) advirtió en su sexto aviso que Imelda se está fortaleciendo sobre Las Bahamas, incrementando su "organización e intensidad" y generando inestabilidad en el oriente de Cuba.

Este sistema mantiene áreas de chubascos, lluvias y tormentas eléctricas asociadas a sus bandas de alimentación, especialmente en Santiago de Cuba y Guantánamo. Los meteorólogos cubanos han pronosticado que la actual temporada ciclónica en el Atlántico, el Golfo de México y el Mar Caribe será "muy activa", con una alta probabilidad del 75 % de que al menos un huracán se forme e intensifique en el Caribe.

En la temporada ciclónica de 2024, dos huracanes impactaron fuertemente en la isla, siendo uno de ellos Óscar, que tocó tierra como un huracán de categoría 1 en Guantánamo, dejando ocho muertos y severos daños.

El otro huracán, Rafael, alcanzó categoría 3 y afectó el occidente de Cuba, colapsando el sistema eléctrico nacional.