El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, utilizó su intervención en la Asamblea General de las Naciones Unidas, este miércoles, para rechazar cualquier posibilidad de reconocer al Estado palestino y reiterar que su país "no descansará" hasta lograr la liberación de los rehenes capturados por Hamás.
Durante su discurso, Netanyahu envió un mensaje directo a los 48 rehenes que continúan retenidos en Gaza, de los cuales afirmó que al menos 20 siguen con vida. El mensaje fue emitido a través de altavoces colocados por el Ejército israelí en la Franja, y también mediante la manipulación de teléfonos móviles de los habitantes del enclave palestino.
“Gran parte del mundo no recuerda el 7 de octubre, pero nosotros sí lo recordamos”, dijo Netanyahu, quien subió al podio con un código QR en su solapa que dirigía a enlaces con argumentos sobre la ofensiva israelí. A los rehenes les prometió: “No descansaremos hasta traerlos de vuelta a casa”. Luego, lanzó un ultimátum a Hamás: “Si lo hacen, vivirán. De lo contrario, Israel los perseguirá”. Añadió que la guerra podría finalizar “ahora mismo” si el grupo islamista accede a liberar a los cautivos.
Netanyahu también defendió las acciones militares emprendidas contra Hamás en Gaza, contra Irán y sus aliados en la región, como Hezbolá en Líbano y los hutíes en Yemen. Aseguró que estas operaciones eliminaron “una amenaza existencial para Israel y una amenaza mortal para el mundo civilizado”. El mandatario agradeció las “acciones decisivas” del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en estas ofensivas. “Trump lo entiende mejor que ningún otro líder”, sostuvo.
Criticó duramente a los gobiernos que han reconocido al Estado palestino en las últimas semanas, como Francia, Reino Unido, Australia y Canadá, asegurando que se trata de una “recompensa a los mayores antisemitas que hay sobre la Tierra”. Rechazó las acusaciones de genocidio en Gaza y señaló que Hamás es quien utiliza a los civiles como “escudos humanos”. “¿Un país que comete genocidio le dice a la población civil que se aparte?”, cuestionó.
Netanyahu argumentó que “casi el 90 % de los palestinos” respaldaron los ataques del 7 de octubre de 2023 y descartó la viabilidad de una solución de dos Estados, al considerar que los palestinos no quieren coexistir con Israel, sino reemplazarlo. “Este rechazo no solo se aplica a Hamás, también a la supuestamente moderada Autoridad Palestina”, afirmó. Comparó la idea de un Estado palestino con “dar a Al Qaeda un estado a una sola milla de Nueva York después del 11-S”.
“El Estado de Israel no se suicidará porque otros gobiernos no tengan las agallas de enfrentar a los medios hostiles y a las turbas antisemitas”, sentenció el primer ministro, asegurando que esta postura representa la voluntad de la mayoría de los israelíes.
Mientras Netanyahu hablaba en la ONU, cientos de manifestantes se congregaron en Nueva York para mostrar su respaldo a Palestina. En contrapartida, el Gobierno israelí colocó vallas publicitarias en lugares clave como Times Square con el lema “Recordemos el 7 de octubre”.