El caso Odebrecht, uno de los mayores escándalos de corrupción en América Latina, estalló en 2015 y desde entonces ha salpicado a una docena de países de la región.
La trama gira en torno a millonarios pagos de sobornos por parte de la constructora brasileña para obtener adjudicaciones públicas.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos estimó en $788 millones el monto total de los pagos irregulares realizados por la compañía, una red de corrupción conectada directamente con la
macroinvestigación sobre Petrobras, la petrolera estatal de Brasil.
La novedad más reciente en torno a este caso se dio en Perú, donde el expresidente Ollanta Humala (2011-2016) fue condenado a 15 años de prisión por lavado de activos agravado.
La justicia determinó que Humala recibió aportes ilícitos tanto del expresidente venezolano Hugo Chávez como de la empresa Odebrecht para financiar sus campañas políticas de 2006 y 2011.
Su esposa, Nadine Heredia, también recibió una condena de 15 años por encabezar esas campañas.
Actualmente, se encuentra refugiada en la embajada de Brasil, país que le otorgó asilo junto a su hijo, Samir Humala.
Humala no es el único expresidente peruano involucrado en la red de sobornos.
Alejandro Toledo (2001-2006), Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) y Alan García también figuran en la investigación.
Este último se quitó la vida en 2019 cuando las autoridades iban a detenerlo por presuntas coimas recibidas de Odebrecht durante su segundo mandato, vinculadas a la construcción del Metro de Lima.
Toledo, extraditado en 2023 desde Estados Unidos, cumple una pena de 20 años y seis meses por recibir pagos ilegales relacionados con la carretera Interoceánica.
Kuczynski, por su parte, está en arresto domiciliario desde 2019 mientras la Fiscalía peruana solicita para él 35 años de cárcel.
En Brasil, el caso también alcanzó al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien pasó 580 días en prisión por corrupción y lavado de dinero.
La sentencia, basada en parte en evidencias provistas por Odebrecht, fue posteriormente anulada.
Lula fue condenado en 2017 a nueve años y medio de cárcel por aceptar sobornos valorados en 1,1 millones de dólares por parte de la constructora OAS, una de las implicadas en el caso Petrobras.
En 2018, la pena se elevó a 12 años.
En Panamá, se investiga la supuesta financiación irregular de los dos principales partidos políticos.
Más de 30 personas enfrentan cargos por blanqueo de capitales, incluyendo a los expresidentes Ricardo Martinelli (2009-2014) y Juan Carlos Varela (2014-2019).
Colombia también ha resultado golpeada por este caso.
La justicia ha detenido a varios senadores y, recientemente, Antonio Guerra fue condenado a 11 años de prisión por aceptar sobornos, que según la Fiscalía colombiana suman cerca de $20 millones.
Otros líderes latinoamericanos investigados o condenados por su implicación en esta red de corrupción son el expresidente salvadoreño Mauricio Funes (2009-2014), el exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, el exministro dominicano Juan Temístocles Montás y el excandidato presidencial guatemalteco Manuel Baldizón.