La soledad se ha convertido en un fenómeno global con graves consecuencias para la salud pública, según reveló este lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS), que calcula que una de cada seis personas en el mundo vive en situación de aislamiento, con impactos que contribuyen a 871,000 muertes al año.



El informe fue elaborado por la Comisión sobre Conexión Social, conformada por expertos designados por la OMS, y evidencia que tanto jóvenes como adultos mayores son afectados por la soledad. Un tercio de las personas de edad avanzada y uno de cada cuatro adolescentes se sienten solos, detalla el estudio.

Contrario a lo que podría pensarse, el fenómeno no es exclusivo de los países ricos. En las economías de bajos ingresos, un 24 % de la población sufre soledad, en comparación con el 11 % en las naciones de renta alta.



"En una era en la que las posibilidades de conectar son incontables, cada vez más personas se sienten aisladas y solitarias", advirtió el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

El funcionario también enfatizó el impacto económico de esta situación, indicando que el aislamiento social genera pérdidas de miles de millones de dólares por sus efectos en la salud, la educación y la productividad laboral.

La investigación destaca que los adolescentes afectados por la soledad tienen un 22 % más de probabilidades de obtener bajas calificaciones, mientras que los adultos podrían enfrentar dificultades para conservar sus empleos.

Además de su impacto emocional, la soledad constituye un factor de riesgo para múltiples enfermedades como problemas cardíacos, diabetes, deterioro cognitivo y una mayor tasa de mortalidad. En lo mental, duplica las probabilidades de desarrollar depresión, advierte el estudio.

La comisión, presidida por el exdirector de sanidad de EE.UU. Vivek Murthy y la enviada especial de la Unión Africana para la Juventud, Chido Mpemba, subraya que fortalecer los vínculos sociales es una medida eficaz para reducir estos riesgos.

"El mejor medicamento es la conexión humana", apunta el documento, que también subraya que mejorar la cohesión social puede contribuir a crear comunidades más resilientes, incluso ante desastres.

Entre las soluciones propuestas figuran campañas de sensibilización, la creación de espacios públicos como parques y bibliotecas, y una mayor inversión en atención psicológica.

"Muchos saben lo que es sentirse solo, y todos pueden contribuir a paliarlo con gestos simples y cotidianos, desde ayudar a un amigo en problemas a estar presente de verdad en una conversación y dejar a un lado el móvil, saludar a un vecino, unirse a un grupo local o hacer labores de voluntariado", propone la OMS.

El estudio identifica como factores determinantes de la soledad la mala salud, los bajos ingresos, la escasa educación, la falta de infraestructura social y el uso desmedido de tecnologías digitales.

En ese sentido, la comisión recomienda monitorear cómo el tiempo excesivo frente a pantallas y la interacción negativa en línea afectan a la salud mental, especialmente en los más jóvenes.

"Mientras la tecnología reconfigura nuestras vidas, debemos estar vigilantes para asegurarnos de que fortalece, en vez de debilitar, la conexión humana", advirtió Mpemba.

La OMS ya había equiparado en 2023 los efectos de la soledad con los del tabaquismo, el alcoholismo, la inactividad física, la obesidad o la contaminación del aire.

"Con este informe, hemos levantado el velo de la soledad y el aislamiento, que son el desafío que mejor define nuestro tiempo", concluyó Murthy.