La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó este martes aplicar vacunas contra la gripe aviar A(H5) a poblaciones de alto riesgo, tanto en períodos interpandémicos como durante emergencias sanitarias. Esta decisión surge tras las sesiones del Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización (SAGE, por sus siglas en inglés), celebradas del 22 al 25 de septiembre.

Entre los grupos priorizados para la vacunación se encuentran el personal que responde a brotes de influenza zoonótica, trabajadores sanitarios que evalúan o tratan casos sospechosos o confirmados, incluidos los encargados de aplicar vacunas, y personas en contacto habitual con animales en zonas con antecedentes de infección animal o humana.

Durante la reunión, los expertos de la OMS reconocieron que, si bien la cobertura de vacunación global ha vuelto en gran medida a los niveles previos a la pandemia, persisten marcadas desigualdades entre países. Además, alertaron sobre los desafíos que enfrentan los programas de inmunización a nivel mundial, afectados por la inestabilidad geopolítica, recortes presupuestarios en salud y limitaciones en el financiamiento internacional.

Frente a este panorama, el grupo SAGE destacó la importancia de fortalecer la implementación de la Agenda de Inmunización 2030 (AI2030) y pidió revisar sus estructuras globales y regionales para coordinar acciones conjuntas que impulsen prioridades comunes.

Malaria y polio: vigilancia continua

El SAGE reafirmó su recomendación de utilizar un esquema de cuatro dosis de vacunación contra la malaria en zonas de transmisión moderada a alta, en lugar del tradicional esquema de tres. La cuarta dosis, según los expertos, debe alinearse con otras intervenciones sanitarias en el segundo año de vida del niño.

En cuanto a la poliomielitis, el grupo expresó su preocupación por la transmisión activa del poliovirus salvaje en Pakistán y Afganistán, y por la circulación persistente del poliovirus tipo 2 derivado de la vacuna (cVDPV2) en diversos países africanos, así como su presencia en aguas residuales de Europa.

Ante esta situación, instaron a mejorar la cobertura de vacunación sistemática y alcanzar a los niños que aún no han sido inmunizados. También reafirmaron su respaldo a la eliminación progresiva del uso de las vacunas orales bivalentes (bOPV) y pidieron movilizar recursos para asegurar una transición segura.

El grupo recomendó, además, aplicar dosis fraccionadas de vacunas antipoliomielíticas inactivadas (IPV), ya sea de tipo Sabin o Salk, incluyendo su administración intradérmica. Asimismo, apoyaron la ampliación del uso de la nueva vacuna oral tipo 2 (nOPV2) en zonas con transmisión persistente de cVDPV2.

Covid-19 y tuberculosis en revisión

Respecto al covid-19, los expertos de la OMS destacaron la disminución de casos y muertes durante 2024 y 2025. Sin embargo, advirtieron que las tasas de vacunación siguen siendo bajas, especialmente fuera de las regiones de Europa, América y el Pacífico Occidental.

Aunque las vacunas adaptadas a variantes muestran una eficacia moderada para prevenir hospitalizaciones y contagios, su protección disminuye tras seis meses. Por ello, el SAGE propuso actualizar la hoja de ruta y desarrollar un nuevo documento de posición basado en evidencia reciente sobre la variante Ómicron.

En cuanto a la tuberculosis, se informó que a mayo de 2025 existían 16 vacunas candidatas en desarrollo clínico, de las cuales cinco estaban en fase 3. Una de ellas, la M72/AS01E, podría obtener autorización de uso comercial en 2028, dependiendo de los resultados finales de los ensayos.

Por último, el SAGE mostró su apoyo al desarrollo de vacunas combinadas, las cuales podrían simplificar los esquemas de vacunación al reducir la cantidad de inyecciones necesarias, lo que facilitaría su distribución e implementación.

La OMS confirmó que el informe completo con todas las recomendaciones será publicado el próximo 5 de diciembre en el Registro Epidemiológico Semanal, el cual deberá considerarse como el documento oficial.