Un juez federal en Tennessee programó para el 27 de enero de 2026 el inicio del juicio por tráfico de personas contra Kilmar Ábrego García, un migrante salvadoreño cuyo caso ha encendido la polémica en torno a la política migratoria del Gobierno de Estados Unidos.

Según documentos judiciales a los que tuvo acceso EFE, la audiencia celebrada este miércoles se extendió por más de tres horas, pero el juez Waverly D. Crenshaw no emitió una decisión sobre una posible liberación anticipada del acusado. La defensa advirtió que esa excarcelación facilitaría su deportación inmediata a un tercer país, como México o Sudán del Sur, bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

Ábrego García, de 30 años, se encuentra recluido en una prisión de Nashville por presuntamente transportar personas indocumentadas en Tennessee, en un hecho ocurrido en 2022. Aunque se ha declarado inocente, enfrenta un proceso federal que sus abogados califican como una represalia del Gobierno de Donald Trump por una deportación errónea.

Errores administrativos y riesgos de deportación



En marzo pasado, Kilmar Ábrego fue expulsado por error a El Salvador, pese a contar con una orden judicial de protección por amenazas de la pandilla Barrio 18. Fue enviado junto a más de 200 migrantes al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), sin derecho a apelar, según la defensa.

Aunque una jueza en Maryland ordenó su liberación en un proceso civil interpuesto por su familia, los abogados pidieron mantenerlo detenido en EE.UU. para evitar que vuelva a ser deportado antes del juicio penal.

“Gracias a la lucha de la familia de Kilmar, su nombre ya no es solo un caso, sino un símbolo de resistencia contra este Gobierno”, afirmó Lydia Walther-Rodríguez, de la organización We are Casa, durante una rueda de prensa frente al tribunal de Tennessee.

El salvadoreño había residido en Maryland por más de diez años, tras haber ingresado irregularmente en 2012 cuando era menor de edad. En 2019, un juez de inmigración lo declaró “deportable”, pero más tarde otro tribunal de asilo determinó que no podía ser regresado a El Salvador debido a la persecución que enfrentaba por parte de estructuras criminales.

El 6 de junio de 2025, Ábrego fue devuelto a EE.UU. pero arrestado inmediatamente por los cargos en Tennessee. Su defensa considera que estos señalamientos responden a un intento del Gobierno de justificar su error de deportación.

El caso de Ábrego García ha generado críticas de organizaciones civiles y defensores de derechos humanos, que insisten en que su detención es parte de una política migratoria que vulnera el debido proceso y pone en riesgo la vida de migrantes vulnerables.