El gobierno del Reino Unido anunció este domingo una profunda reforma a su sistema de inmigración, al que calificó como "fallido", con el fin de reducir la migración neta, restablecer el control sobre sus fronteras y garantizar un modelo justo que responda a las necesidades económicas del país.



El plan será detallado en un Libro Blanco que se publicará este lunes y que promete una revisión radical de las actuales normas migratorias. Entre las principales medidas, se contempla elevar los requisitos de ingreso, especialmente en lo relativo a las competencias necesarias para optar a una visa de trabajo. La meta es reducir la dependencia de mano de obra extranjera y fomentar la capacitación de los trabajadores británicos.

"El último gobierno perdió el control del sistema de inmigración y no hubo un plan adecuado para abordar la escasez de personas cualificadas aquí en el país. Esto ha socavado la confianza pública, ha distorsionado nuestro mercado laboral y ha sido realmente perjudicial tanto para nuestro sistema de inmigración como para nuestra economía", declaró la ministra del Interior, Yvette Cooper.



La reforma también plantea restricciones más estrictas para las contrataciones en sectores con déficit de personal y la implementación de estrategias que obliguen a las empresas a priorizar el empleo de nacionales. "Estamos tomando medidas decisivas para restablecer el control y el orden en el sistema de inmigración, aumentar la capacitación y las habilidades nacionales y reducir la migración neta", agregó Cooper.

Entre las acciones concretas están el incremento del umbral educativo para acceder a una visa de trabajo, que pasará al nivel de posgrado; la limitación temporal del acceso migratorio en ocupaciones por debajo de ese nivel; y la creación de grupos especializados para identificar sectores con alta dependencia de extranjeros y promover la inversión en formación nacional.

El documento concluye que por primera vez habrá una estrategia unificada que priorice la preparación y contratación de ciudadanos británicos como primera respuesta a la escasez de mano de obra, en lugar de recurrir inmediatamente a la inmigración.