Indrika Ratwatte, representante humanitario de la ONU en Afganistán, explicó este martes desde Kabul que el apagón total de internet y telecomunicaciones ha afectado todas las esferas de la vida en el país, incluyendo labores humanitarias, operaciones bancarias, tráfico aéreo, provisión de servicios vitales y comunicaciones entre entidades públicas.
Durante una videollamada, que se realizó gracias a dispositivos satelitales, Ratwatte hizo un análisis de la situación de las poblaciones afectadas por el devastador terremoto que sacudió Afganistán hace un mes, aunque el caos provocado por el apagón acaparó la atención.
"Lo que están viendo ahora es una conexión por satélite, pero me ha obligado a apagar todo en la oficina para poder conectar con ustedes. El resto del país está completamente aislado", señaló Ratwatte. Detalló que esta situación complica gravemente la asistencia humanitaria de la ONU, así como los programas de salud y los servicios bancarios y financieros, incluidas las transferencias de remesas del extranjero, de las que depende gran parte de la población.
Además, mencionó que todos los vuelos han sido cancelados por el momento y que la falta de conexión interfiere con las comunicaciones entre el personal de la ONU en zonas remotas, responsables de entregar ayuda a nivel comunitario. La interrupción de la conectividad también afecta a las autoridades talibanas y los ministerios competentes.
Ratwatte indicó que intentará contactar a las autoridades talibanas para solicitar que se haga una excepción para la ONU y restaurar la conectividad, ya que su misión está en riesgo.
Por el momento, la ONU ha entrado en un modo de "comunicaciones mínimas", utilizando ondas de radio y conexiones satelitales muy costosas, las cuales deben ser limitadas.