SpaceX confirmó que el próximo 13 de octubre realizará el undécimo vuelo de prueba del Starship, el cohete más grande del mundo, con nuevos ensayos orientados a optimizar tanto el propulsor Super Heavy como la nave superior, diseñada para futuras misiones de transporte de tripulación y carga hacia la Luna y Marte.

En su prueba anterior, realizada en junio, la compañía logró por primera vez la reentrada controlada de las dos etapas del vehículo, lo que supuso un hito clave tanto para el programa comercial de la NASA como para la empresa de Elon Musk.

El despegue tendrá lugar desde la base de lanzamientos Starbase, en Texas, a las 18:15 hora local (23:15 GMT). En esta ocasión, SpaceX evaluará una nueva secuencia de encendido de motores durante el intento de aterrizaje del Super Heavy, que ejecutará una maniobra sobre el Golfo de México antes de caer al mar. El objetivo es recopilar datos precisos sobre la transición entre distintas fases de propulsión, paso fundamental en la evolución de este coloso espacial.

La nave superior Starship también llevará a cabo operaciones en órbita: desplegará ocho simuladores de satélites Starlink y reactivará uno de sus motores Raptor. Más tarde, afrontará una reentrada en condiciones especialmente exigentes, ya que SpaceX retiró deliberadamente parte del escudo térmico para analizar cómo resiste al calor extremo. Finalmente, está previsto que concluya su misión con un amerizaje controlado en el océano Índico.

Con estos ensayos, SpaceX busca acelerar el desarrollo de un sistema totalmente reutilizable, pieza clave para cumplir su contrato con la NASA dentro del programa Artemis, que prevé devolver astronautas a la superficie lunar a finales de esta década. Además, estas pruebas constituyen un paso esencial en la ambición de Musk de impulsar la colonización de Marte.