El gobierno de Estados Unidos acordó liberar de prisión a José Ramón Hernández Reyes, un delincuente reincidente condenado por tráfico de migrantes e ingreso ilegal al país, y frenar su deportación a cambio de que testifique contra Kilmar Abrego García, señalado de liderar una red de tráfico de personas.

Según registros judiciales y declaraciones oficiales, Hernández Reyes, de 38 años, había sido condenado por operar un servicio de contrabando de migrantes en Baltimore y disparar en estado de ebriedad en una comunidad de Texas, por lo que enfrentaba la deportación inmediata.

Sin embargo, la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acordó su liberación tras considerarlo testigo clave en la causa federal contra Abrego García, de 29 años, acusado de tráfico humano y cuya deportación desde Maryland a El Salvador generó controversia por un presunto error administrativo.

De acuerdo con su testimonio, Hernández Reyes contrató a Abrego García en "múltiples ocasiones" para trasladar migrantes desde la frontera hasta diferentes puntos del país. La conexión entre ambos quedó al descubierto tras un control de tráfico en Tennessee, en 2022, cuando Abrego García conducía un vehículo de Hernández Reyes con ocho pasajeros sin equipaje, tras tres días de viaje desde Texas.

Durante la detención, Abrego García aseguró a la policía que transportaba al grupo para trabajos de construcción en Maryland y fue liberado con una multa por conducir con licencia vencida.

Hasta ahora, las autoridades no han precisado cuántas veces Abrego García habría sido contratado para estas operaciones ni los periodos exactos en que se realizaron los traslados de migrantes.