Un tribunal federal de apelaciones de Estados Unidos ratificó este lunes la orden que exige al Gobierno del expresidente Donald Trump traer de vuelta al país a un migrante venezolano, quien fue deportado erróneamente a El Salvador y recluido en el penal de máxima seguridad Cecot, en marzo pasado.
En un fallo dividido de dos votos contra uno, el Tribunal de Apelaciones del Cuarto Circuito respaldó la resolución de un juez federal de Maryland, que estableció que el joven de 20 años no podía ser deportado mientras tuviera vigente su proceso de asilo y contara con las protecciones migratorias destinadas a menores no acompañados.
Los jueces DeAndrea Benjamin y Roger Gregory desestimaron los argumentos del Gobierno, que se basaban en la Ley de Enemigos Extranjeros para justificar la expulsión. Según la administración Trump, el joven formaba parte del grupo criminal Tren de Aragua, con presuntos nexos con el Gobierno venezolano.
u201cNos enfrentamos nuevamente a los esfuerzos del Ejecutivo por dejar de lado el Estado de derecho en pos de sus objetivosu201d, señaló Gregory. u201cEs deber de los tribunales erigirse como un baluarte contra las corrientes políticas que buscan anular las protecciones constitucionalesu201d, añadió.
Paralelamente, el Tribunal Supremo de EE.UU. decidió el viernes mantener suspendido el uso de dicha ley de 1897 —destinada a tiempos de guerra— para deportar migrantes venezolanos. El alto tribunal dictaminó que el bloqueo se mantendrá vigente mientras el Quinto Circuito analiza las demandas de los migrantes y defensores de derechos humanos.
En el marco de ese operativo impulsado el 15 de marzo, bajo la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros, el Gobierno de Trump deportó a 238 venezolanos y 23 salvadoreños al penal de máxima seguridad Cecot en El Salvador, acusándolos de pertenecer a pandillas, sin presentar pruebas públicas.
Entre ellos estaba Kilmar Ábrego García, residente legal en Maryland, casado con una ciudadana estadounidense y protegido por una orden judicial que prohibía su deportación. Las autoridades migratorias reconocieron posteriormente que su expulsión fue un error.