Un gran jurado federal imputó este jueves a James B. Comey, exdirector del Buró Federal de Investigaciones (FBI), por presunta declaración falsa y obstrucción, convirtiéndose en el primer exalto funcionario procesado en relación con la investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016.
Aunque los detalles de los cargos no se han revelado públicamente, fuentes del Departamento de Justicia confirmaron a medios estadounidenses que el caso fue presentado apenas días después de que el presidente Donald Trump pidiera a la fiscal general, Pam Bondi, actuar contra opositores políticos.
Reacción de Comey: "Soy inocente"
El propio Comey reaccionó poco después a través de su cuenta de Instagram. “Estoy destrozado por el Departamento de Justicia, pero tengo una gran confianza en el sistema judicial federal”, expresó en un video.
“Soy inocente, así que celebremos un juicio y mantengamos la fe”, añadió el exdirector del FBI, quien dirigió durante meses la pesquisa sobre los posibles vínculos entre la campaña de Trump y el Gobierno ruso.
Contexto político y judicial
La administración Trump sostiene que la conducta de Comey en redes sociales y declaraciones públicas podría constituir un abuso de su cargo. No obstante, aliados del exfuncionario califican la imputación como un acto con motivaciones políticas.
En el pasado, Trump calificó la investigación de una “cacería de brujas”, mientras que los trabajos de Comey incluyeron la recopilación de pruebas y testimonios ante el Congreso, hasta que fue destituido de su cargo en 2017.