El paso por el tramo de Los Chorros transcurre normalmente tanto hacia Occidente como hacia San Salvador, según pudo constatar Diario El Mundo en un recorrido por la zona.
De bajada, el tráfico se hace en dos carriles y pasa fluidamente, pese al intenso tráfico. A eso de las nueve de la mañana, el tramo entre Santa Tecla y El Poliedro tomó unos 18 minutos. Hay personal de la Policía Nacional Civil y gestores del Viceministerio de Transporte acelerando el tráfico por la zona y amplia señalización.
Vehículos particulares, autobuses del transporte colectivo, a esa hora se observaban furgones y rastras, no estaba funcionando el carril reversible que suele usarse en horas pico. No se observaban restos del derrumbe.
Al llegar a la zona conocida como La Báscula el tráfico transcurría con mayor fluidez. El tráfico de regreso desde El Poliedro hacia Santa Tecla era más intenso, pero fluido, también con amplia presencia de gestores de tránsito.
De subida funcionan los tres carriles como usualmente, hasta llegar a la zona de La Báscula donde uno de los carriles es utilizado exclusivamente por los vehículos y maquinaria de trabajo en la zona.
Al llegar a la zona donde ocurrió el derrumbe, se puede observar tierra a un lado de la carretera y unos 600 metros más adelante, está la zona donde se ha colocado una barrera de protección temporal hecha de contenedores metálicos, rellenos de lodocreto. Estos están colocados en una de las últimas vueltas antes de llegar a Santa Tecla.
Según el MOP, el material que se observa corresponde a desprendimientos controlados provocados por el movimiento de la maquinaria y es una etapa normal dentro de las obras que se ejecutan para estabilizar los taludes.
El tiempo de regreso fue de 24 minutos, el tráfico se para a ratos, pero avanza fluidamente hacia Santa Tecla.
La vía fue reabierta
a las 11:00 de la noche del domingo luego que había sido cerrada dos semanas a causa de un derrumbe ocurrido el pasado 29 de abril y la inestabilidad de los taludes.