El Informe Estado de la Región 2024, publicado en mayo de 2025, advierte que la región centroamericana enfrentará un aumento significativo de la aridez y la presión hídrica a lo largo del presente siglo, lo que representará una grave amenaza para la seguridad alimentaria, el acceso al agua y el bienestar de la población de la región.
Las proyecciones indican que “más del 30 % de los municipios” de El Salvador experimentarán “una disminución de precipitación entre el 1 % y el 40 % para finales de siglo”, en referencia al periodo 2079-2099.
En el periodo 2040-2060, según el informe, “la aridez se extenderá hacia el este y el centro del país”, especialmente en municipios con alta concentración de población agrícola como La Unión y Pasaquina. En 2079-2099, “casi todo” El Salvador se enfrentará a “condiciones áridas y semiáridas”, lo que podría reducir drásticamente la productividad agrícola y poner en peligro la seguridad hídrica del país.
El informe destaca que los efectos del cambio climático afectarán con mayor intensidad a las zonas rurales dependientes de la agricultura. Esto pone en riesgo la seguridad alimentaria y la disponibilidad de agua para consumo humano. Municipios como San Alejo y San Antonio Pajonal se enfrentarán a serias dificultades debido a la falta de recursos hídricos y las condiciones más secas.
Aumento de aridez y presión hídrica
Durante el periodo 2040-2060, la competencia por el agua será más evidente, con una creciente presión hídrica debido a la competencia entre sectores como la agricultura y el consumo humano. El informe señala que en este periodo, la aridez afectará municipios como La Unión, donde es necesario “implementar sistemas de riego eficientes y programas de capacitación en técnicas agrícolas adaptadas a climas secos”.El estudio advierte que municipios como Pasaquina, que depende fuertemente de la ganadería y la agricultura, enfrenta desafíos en “un entorno cada vez más árido”. Aquí, sugieren “fomentar la diversificación de cultivos y la implementación de tecnologías de riego”.
“Las áreas más vulnerables serán aquellas que ya enfrentan problemas de acceso al agua y que dependen de la agricultura de secano”, resalta el informe, que también incluye propuestas de adaptación como la mejora de los sistemas de riego y el fomento de la diversificación de cultivos.
Acciones de adaptación clave
El informe resalta la urgencia de adoptar políticas públicas que permitan a los municipios más vulnerables afrontar la aridez y la escasez de agua. Las estrategias de adaptación recomendadas incluyen:-Mejorar la gestión del agua mediante sistemas de riego eficientes. -Diversificación agrícola para reducir la dependencia de cultivos sensibles al clima. -Reforestación para regular los ciclos del agua y mitigar los efectos de la sequía. -Capacitación a agricultores sobre prácticas adaptativas en climas secos.
Señala que municipios como San Antonio Pajonal, El Sauce, La Unión, Pasaquina y San Alejo deben implementar estas medidas para garantizar su resiliencia frente a los efectos del cambio climático. Además, recomienda priorizar tecnologías de riego y fomentar la reforestación en áreas críticas para asegurar la sostenibilidad agrícola y la seguridad hídrica.
Si el Informe Estado de la Región 2024 se enfoca en los riesgos de la aridez y la presión hídrica, también enfatiza la necesidad de implementar políticas públicas a nivel territorial y municipal, con un enfoque de largo plazo, para asegurar un futuro sostenible frente a los crecientes desafíos climáticos.
