Los tres militares condenados por la masacre de los periodistas holandeses recibieron penas de 60 años de cárcel en total, según la sentencia escrita compartida el jueves por la el Juzgado de Primera Instancia de Dulce Nombre de María, en el departamento de Chalatenango; sin embargo, la misma indica que los tres alto mandos de la Fuerza Armada solo deberán cumplir 30 años de esta condena.



La sentencia desmenusa que el excomandante de la Cuarta Brigada de Infantería de la Fuerza, el excoronel Armada Mario Adalberto Reyes Mena; el exdirector de la Policía de hacienda, Francisco Antonio Morán; y el exministro de la Defensa Nacional, José Guillermo García, fueron hallados culpables del asesinato de los periodistas de origen holandés, Koos Jacobus Andries Koster, Jan Cornelius Kuiper Joop, Hans Lodewijk Ter Laag y Johannes Jan Wilemsen, en un crimen ocurrido el 17 de marzo de 1982 en el lugar conocido como La Lomona, jurisdicción del cantón Piedras Gordas, de Santa Rita Chalatenango.

La condena fue resuelta por un jurado de conciencia, que tras analizar las pruebas, los declaró culpables. Al recibir el veredicto condenatorio, el juzgado analizó las penas a imponer y explicó, por escrito, que el Código Penal de 1973-1974 aplicado al caso establece que la pena máxima por el delito de asesinato es la pena de muerte, sin embargo, esta fue abolida por la Constitución vigente.



Ante ello, la juzgadora analizó que debía imponer poner años de prisión que según el delito de asesinato corresponden desde 15 hasta los 20 años de cárcel. El juzgado señaló que impuso la pena mínima de 15 años por víctima asesinada, debido a la condición de salud y a la avanzada edad de los condenados, haciendo una suma de 60 años por procesado.

Sin embargo, también aclaró que el mismo Código Penal aplicado señalaba como restricción que los condenados no pueden pasar más de 30 años en la cárcel.

"Al respecto el artículo 66 del Código Penal de 1973/74 derogado, pero aplicable en el presente caso, establece en el inciso segundo relacionado con el artículo 60 de la misma ley, que el límite máximo de pena de prisión a cumplir es de 30 años por lo que la pena de prisión efectiva a cumplir por cada uno de los condenados es el máximo que se establece en el artículo antes citado, o sea, de treinta años de prisión", dice la sentencia.
¿Condenas en hospitales?La juzgadora señaló que debido a la condición de salud de los condenados Francisco Antonio Morán Reyes y José Guillermo García, la pena de prisión debe ser cumplida "en hospital Bautista de San Salvador si este tiene los medios económicos para sufragar los gastos, caso contrario deberá cumplise en el centor penal que la Dirección General de Centros Penales designe o en su caso en un hospital nacional", señala la sentencia.

En cuanto a el excoronel Mario Adalberto Reyes Mena, la juzgadora no hizo esta explicación, no obstante, la Corte Suprema de Justicia ha dado inicio a un proceso de extradición dada su residencia en Estados Unidos.

Según los atestados que los defensores presentaron en el juicio Morán Reyes tiene 93 años de edad, el exministro García tiene 92 años de edad y el excoronel Reyes Mena tiene 85 años de edad.

La condena inhabilita la calidad de ciudadano de los tres altos mandos de la Fuerza Armada, la cual comprende, la pérdida de los derechos de ciudadano, pérdidas de cargos, incapacidad para obtener cargos, incapacidad para ejercer patria postestad, tutela, curaduría, o tomar parte en el consejo de familia, la pérdida de la calidad de salvadoreño naturalizado.Reitera disculpasLa sentencia reitera que el actual comandante general de la Fuerza Armada debe pedir disculpas públicas por el asesinato, dado que los condenados eran parte del aparato militar, siempre y cuando la condena esté en firme y no haya vía para apelar. Lo anterior como medida de justicia restaurativa.

La Fundación Comunicándonos, quien acompañó a la familia de las víctimas durante más de 40 años de espera de justicia señaló que el caso abre las puertas hacia "la verdad y la justicia que por décadas se mantuvieron cerradas" y lo considera el principio del fin de la impunidad histórica en el país.

Este juicio por el asesinato de los periodistas holandeses fue el primer caso de crimen de guerra en llegar a etapa de vista pública por la vía penal a más de 43 años del crimen.