El Tribunal Quinto de Sentencia de San Salvador condenó a 82 años de cárcel a Ayrton Ricardo Villalta Vargas, tras ser declarado culpable de un cuádruple homicidio en el barrio Santa Anita, en San Salvador ocurrido en el año 2023.
La sentencia fue impuesta la tarde de este lunes, luego que en las primeras horas del día se instalará el juicio en su contra, donde fue procesado de los delitos de homicidio simple, robo agravado y hurto de vehículo automotor.
Las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) determinaron que el imputado junto a otras cuatro personas (las víctimas) se encontraba departiendo bebidas alcohólicas en una casa cuando Villalta Vargas disparó en contra de las personas.
Los hechos ocurrieron el 27 de diciembre de 2023, cuando la corporación policial informó de la escena de un cuádruple homicidio ocurrido en una vivienda del barrio Santa Anita, en San Salvador. Tras cometer los asesinatos, el imputado huyó en el vehículo de una de las víctimas y condujo por las calles de la capital.
Las víctimas fueron identificadas como: Noé Emmanuel Henríquez Ramírez, Joseline Magali López Rivas, Gloria Guadalupe Villalta Laines y William Antonio Hernández Villalta. Las últimas dos víctimas fueron reconocidas como tía y primo del condenado.
Posteriormente, alrededor de las 7:00 de la noche en una cervecería, Villalta Vargas le robó a una mujer su celular y cartera al apuntarle en la cabeza un arma de fuego, según relató la víctima durante la vista pública.
Por estos hechos, el juez del tribunal impuso una pena de 64 años de cárcel (16 años por cada uno de los asesinatos), 8 años por robo agravado y 10 años por el delito de hurto de vehículo automotor, sumando un total de 82 años de prisión.
Ademas, se ordenó al imputado a pagar $3,000 en concepto de responsabilidad civil por cada homicidio, más $175 de compensación por robo a la otra víctima. La Fiscalía había solicitado una pena de 144 años de cárcel.
La captura de Villalta Vargas se realizó el mismo día de los asesinatos tras una persecución policial, que finalizó en el Paseo General Escalón, cerca de la plaza Beethoven, en San Salvador, donde fue neutralizado por agentes de la PNC.
El juicio
Durante la vista pública, se presentaron exámenes forenses determinaron que las víctimas sufrieron heridas “penetrantes” de bala en las zonas de cráneo y tórax a causa de las heridas del arma de fuego utilizada. Además de exámenes toxicológicos revelaron que dos de las víctimas habían consumido drogas.
Asimismo, se conoció la declaración de dos agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), quienes inspeccionaron la escena del crimen y participaron en la persecución policial en contra del condenado.
Al igual, se presentó la declaración anticipada de una menor de edad que estuvo presente al momento del delito, quien identificó al imputado en la vivienda donde ocurrieron los asesinatos.