Es interesante conocer a maestros que estudiaron en la Escuela Normal "Alberto Masferrer", gracias a los artículos de opinión que publico en este prestigioso periódico, el maestro Miguel "Ángel Rosales me escribió, luego me mandó por correo tradicional el libro "Al rescate de la educación para ganarle la guerra a la pobreza". El libro hace referencia a adecuar convenientemente los sistemas educativos actuales a las exigencias y requerimientos del siglo XXI, a un diagnóstico de la educación universal y a la lucha contra la pobreza gracias a la educación, etc. Recordemos que a cada país se le tiene que adaptar un modelo pedagógico acorde a las realidades. El Salvador ha tenido variados modelos educativos.
El maestro Rosales, quien tiene "más" de 80 años, a quien considero un pedagogo, hace referencia a la "Nueva escuela de formación autodidáctica", toma objetivos pedagógicos en donde analiza que todas las escuelas deberían de aplicar; a saber: Que los estudiantes se sientan suficientemente motivados para el estudio activo por el ambiente propicio de participación efectiva en la clase, desde sus inicios hasta su final. Que al final de la clase los alumnos hayan avanzado -poco o bastante, pero que hayan avanzado- en el esfuerzo de sus actitudes, destrezas y habilidades autodidácticas naturales y que el conocimiento estudiado haya sido fijado, o lo que es lo mismo, que haya sido integrado al yo por los alumnos a través de su propia práctica del razonamiento, del análisis y de la síntesis. Con lo anterior, es importante señalar que el maestro Rosales hace referencia al constructivismo y al aprendizaje significativo de Ausbel.
Algunos planteles están bien dotados de "cosas" que pueden educar; pero que en esta atmósfera el alumno pasa a usar el mapa, el laboratorio, la enciclopedia, los microscopios y los matraces sólo cuando se les señala puntualmente el plan de estudios. Aún la lectura de los clásicos, con sus grandes posibilidades de impactar y dar un giro en la vida de los estudiantes, sólo se reduce a disecciones, como eventos del año escolar. A media lectura nos preguntamos: ¿Puede un país salir de la pobreza gracias a la educación?
Lo bueno que el maestro Rosales haga una referencia importante sobre la asignatura de moral, cívica y urbanidad, a la cual le han cambiado nombre este año. Un punto importante que observo como docente es que los alumnos ya no saludan a los maestros. Es "más", los mismos compañeros de trabajo, cuando entran a las oficinas, ni saludan. Rosales realiza la siguiente interrogante: ¿Por qué no tocar insistentemente con frecuencia otros temas referentes a la moral y a la cívica? La respuesta se refiere a que se toman temas primordiales y dejan en último plano este tipo de aprendizajes. Pero la mejor actividad de motivación y ambientación será la selección en forma democráticamente. Lógicamente, como dice Rosales, a los alumnos los llevarán a la biblioteca, el laboratorio, la misma aula, la cancha de fútbol o de basquetbol, bajo un "árbol" en el patio, en el corredor, en otra aula, etc.
Es interesante que el maestro Rosales acote que es importante que, por lo menos dos veces por mes o "más", o cuando menos una si las circunstancias lo favorecen, se tenga que impartir clase fuera de los recintos escolares: en "fábricas", talleres, negocios, granjas, fincas, templos, campos de cultivos, ríos, etc. Rosales cita a Gabriel García "Márquez", "Es cierto que estas críticas valen para la educación en general, pervertida por la masificación de escuelas que siguen la línea vaciada de lo informativo en vez de lo formativo".
Lo anterior es cuando se deben de utilizar las excursiones a un zoológico, museos, exposiciones, etc. Los alumnos aprenden también cuando tiene otras experiencias fuera del aula. No es en sí solo el aula en donde se desarrolla todo el conocimiento. Sin olvidar el fin de la educación, transformar al estudiante en un ser de bien.
Las clases, según Rosales deben de ser "más" interactivas, "A veces sentíamos que aprendíamos y a veces no. Las clases, por lo general, pasado ya algún tiempo después del inicio del mes lectivo, sentíamos que eran "más" aburridas y menos interesantes, y siempre, desde antes que la clase terminara, esperábamos ansiosos el toque de la "campana" o del timbre que indicaba su finalización y la salida al recreo.
Le doy las gracias al maestro Rosales por proporcionarme este fabuloso libro, en donde exhorta sobre un nuevo modelo educativo que contiene la fórmula de cómo abrir de par en par las puertas de la educación para volverla accesible a todos, de verdad, y optimizar su calidad sin mayor costo. Debe de haber una verdadera revolución educativa para salir adelante. Ojalá que el autor del libro lo reproduzca para que muchos pongan en práctica los conocimientos.
• Fidel López Eguizábal, Docente Investigador Universidad Francisco Gavidia
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